Fue condenado por su participación en una "reunión ilegal". Anteriormente, tuvo que dejar su trabajo como docente. Se hizo famoso durante las protestas de 2019 por haber sufrido en carne propia la violenta represión de la policía. Sus amigos y ex alumnos le rindieron un homenaje en la sala.
Hong Kong (AsiaNews) - Las autoridades de Hong Kong condenaron al ex docente y editor Raymond Yeung a nueve meses de prisión por cargos de asamblea ilegal. El hombre es una de las principales figuras del movimiento democrático del territorio autónomo -ahora, cada vez más dependiente de Beijing. Quedó ciego de un ojo tras ser alcanzado por una bala de la policía durante las protestas de 2019.
El activista, de 32 años, compareció ayer ante la jueza Ada Yim, durante una audiencia en los Tribunales en Eastern Magistrates’ Courts. Se declaró culpable de dos cargos que se le imputan por su participación en una "asamblea ilegal". Fuentes locales informaron de que, a pesar de las graves lesiones que sufrió, no se le redujo la pena.
Al final de la audiencia, el abogado del acusado dijo que Yeung -famoso en su país de origen como "el profesor al que dispararon en el ojo"- ya había sufrido las consecuencias de lo que calificó de "estúpido error judicial". Anteriormente había perdido su trabajo como docente en un importante colegio femenino y no pudo recuperar totalmente la vista tras el incidente.
El ex educador, que fundó en 2016 una editorial llamada Hillway Culture, trató de rehacer su vida y, durante el juicio, se declaró culpable para acelerar el proceso judicial, con la esperanza de ver reducida la pena. Sin embargo, la acusación subrayó que los agentes le habían advertido de las posibles consecuencias si participaba en la protesta, y que la policía actuó dentro de la ley, siguiendo las instrucciones de las autoridades.
La magistrada condenó a Yeung a nueve y quince meses de prisión por cada uno de los delitos que se le imputan. Sin embargo, en la sentencia se aplicó una deducción de la pena, estableciendo que los dos delitos podían cumplirse simultáneamente por un total de nueve meses. Al término de la audiencia, mientras Raymond Yeung era escoltado por los agentes para llevarlo a prisión, un grupo de amigos y ex alumnos presentes en la sala le rindieron homenaje, lo saludaron y dijeron: “nos veremos después”