Cristianos de Orissa: igualdad y verdadera unidad en el 75 aniversario de la independencia
de Purushottam Nayak

Mientras Modi marcaba nuevas metas para el país en Nueva Delhi, en el distrito de Kandhamal, escenario de persecuciones en 2008, la comunidad católica local rezaba por una India libre de corrupción, odio y venganza. Los dalits: "¿Cuándo podremos ser considerados realmente ciudadanos como los demás?". En Karnataka un cristiano fue arrestado por exhibir una bandera india con el nombre de Jesús escrito en ella.

 


Raikia (AsiaNews)- La India celebró ayer solemnemente el 75° aniversario de su independencia. El primer ministro nacionalista Narendra Modi pronunció un largo discurso en el Fuerte de Nueva Delhi luciendo un vistoso turbante con los colores de la bandera nacional. Modi señaló que los derechos de las mujeres y la lucha contra el nepotismo y la corrupción son los objetivos para la que definió como "la madre de las democracias".

La comunidad católica india también conmemoró este importante aniversario, una oportunidad para reflexionar sobre las luces y sombras de la India de hoy. Especialmente significativa en este sentido ha sido la celebración en el distrito de Kandhamal, en Orissa, que entre 2007 y 2008 fue escenario de una durísima persecución contra los cristianos a manos de los fundamentalistas hindúes.

Cientos de fieles, sacerdotes, religiosos, religiosas y estudiantes se reunieron en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Caridad en Raikia, para orar por la nación en este día que coincide con la solemnidad de la Asunción. “María estaba libre de pecado, por eso Dios la llevó en cuerpo y alma al cielo al terminar su vida terrena. Nosotros también podemos liberarnos del pecado de la corrupción, del odio, de los celos y de la venganza en la India independiente”, dijo el padre Pradosh Chandra Nayak, vicario general de la arquiidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar. “La libertad de una persona trae consigo la responsabilidad -prosiguió-. Así como María fue la encargada de hacer crecer a Jesús, también nosotros podemos actuar personalmente para cultivar una India donde el amor, la fraternidad y la unidad se difundan sin distinción de casta, credo y color”.

“Le he pedido a la Virgen por mi país, la India, por la paz, la armonía, la protección y la seguridad de las minorías como los cristianos, musulmanes, budistas, jainistas y todas las demás personas de nuestro país de mayoría hindú”, dice Runita Malick, una estudiante de décimo grado. “Recé también por Droupadi Murmu, la primera presidente tribal de la India”, añade una joven tribal católica de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en Bamunigam, donde comenzaron los primeros ataques contra los cristianos el 24 de diciembre de 2007.

En Orissa, los cristianos dalits también estuvieron presentes en la fiesta nacional. “¿Cuándo celebraremos nuestra verdadera independencia? - preguntó Prasna Bishoyi, uno de sus representantes -. A las minorías y los dalits todavía se nos considera ciudadanos de segunda clase en la India. En nombre de la religión, la casta, la clase y el tipo de trabajo, somos discriminados y oprimidos. Los ataques contra los cristianos constituyen una grave violación del derecho de las minorías a practicar su fe sin ningún temor. Pidamos por nuestro país, por el pueblo y por los gobernantes, para que, por intercesión de María, Dios nos bendiga a todos".

"Hoy recordamos a los que lucharon por la libertad, los héroes que sacrificaron sus vidas para conquistar la libertad de nuestro país. Así como ellos han sido fieles, nosotros también debemos construir una nación que goce de la paz y la armonía", afirmó Simanchal Digal, directora del St. Catherine's Girls' High School, en el discurso que pronunció en la escuela.

Precisamente con motivo de este aniversario, sin embargo, los cristianos indios debieron hacer frente a un nuevo gesto de intolerancia: en Bellary, en el estado de Karnataka, una persona fue detenida por la policía sólo por exhibir una bandera india sobre la cual había escrito el nombre de Jesús. Los nacionalistas hindúes presentaron una denuncia.

(con la colaboración de Nirmala Carvalho)