Calor, inundaciones y Covid: el verano de pesadilla de la economía china (y de Xi Jinping)

El clima adverso y la pandemia castigan los beneficios de la industria china. También afecta negativamente la reorganización de las cadenas de suministro impuesta por EE.UU. y la crisis inmobiliaria. Las medidas del gobierno no alcanzan a estimular la demanda interna: un problema para Xi en vísperas del XX Congreso del Partido Comunista.

 


Beijing (AsiaNews) - Calor tórrido seguido de lluvias torrenciales e inundaciones; reiterados confinamientos por los nuevos brotes de Covid-19. Es un verano de pesadilla para la economía china, que se esfuerza por recuperar terreno tras haber estado a punto de entrar en recesión técnica el mes pasado.

En términos interanuales, los beneficios de las industrias chinas con ingresos anuales superiores a 20 millones de yuanes (2,9 millones de euros) cayeron un 1,1 % en los primeros siete meses de 2022, según comunicó la Oficina Nacional de Estadísticas. En julio se registraron los niveles más bajos de los dos últimos años, con una caída del 12% respecto al mismo mes de 2021 y del 25% respecto a junio pasado.

Pesan mucho la caída de la demanda interna, fruto de la política "Covid cero" impuesta por Xi Jinping, y el encarecimiento de las materias primas (consecuencia de la guerra de Rusia contra Ucrania). También incide el racionamiento energético debido a la ola de calor extremo que sufrió el suroeste de China y disparó la demanda de electricidad. En las provincias afectadas por la sequía y las altas temperaturas como Sichuan y el área metropolitana de Chongqing, ahora se espera el impacto de las lluvias torrenciales de los últimos días, con riesgo de inundaciones.

En el frente interno, la pesadilla del riesgo de quiebra se mantiene para varios promotores inmobiliarios, sobre todo el gigante Evergrande. Los problemas de Xi también vienen de fuera. La economía de Beijing está recibiendo el impacto de los esfuerzos de EE. UU. y sus aliados para reorganizar las cadenas de suministro globales a fin de evitar la dependencia del mercado chino: una orientación que las continuas actividades militares de China en torno a Taiwán solo pueden reforzar.

Para revertir la tendencia negativa, el gobierno chino se ha centrado en el gasto en infraestructura, facilidades crediticias y mayores controles sobre las políticas económicas de las administraciones locales. Sin embargo los expertos consideran que las medidas adoptadas recientemente por el gobierno poco pueden hacer para alentar el consumo: malas noticias para Xi en vísperas del XX Congreso del Partido Comunista Chino, donde el presidente busca un controvertido tercer mandato en el poder.