Papa: Siria fue atacada, robada y abandonada

Francisco recibió en el Vaticano a la Fundación AVSI, promotora desde 2017 del proyecto "Hospitales abiertos" que ha hecho posible 80 mil prestaciones de salud en centros católicos. Tras 12 años de guerra - recordó el pontífice - "la crisis siria sigue siendo una de las más graves del mundo, con destrucción, necesidades humanitarias crecientes, colapso socioeconómico, pobreza y hambre en niveles gravísimos". El recuerdo de los "buenos samaritanos" a los que mataron mientras ayudaban a otros.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Como el desventurado de la parábola evangélica del Buen Samaritano, Siria fue “atacada, robada y la abandonaron casi muerta al costado del camino. Pero no fue olvidada ni abandonada por Cristo y por muchas personas, asociaciones e instituciones”. El Papa Francisco recibió esta mañana en audiencia en el Vaticano a la Fundación AVSI, promotora del proyecto "Hospitales abiertos" gracias al cual siguen funcionando en Siria los tres hospitales católicos de Alepo y Damasco -que llevan cerca de cien años en actividad- y cuatro dispensarios abiertos en las zonas más aisladas del país.

Tras 12 años de guerra -observó el Papa Francisco- “considerando el número indeterminado de muertos y heridos, la destrucción de barrios y pueblos enteros, así como de las principales infraestructuras, entre ellas los hospitales, resulta natural preguntarse: ¿quién puede curarte ahora Siria? La crisis siria sigue siendo una de las más graves del mundo, con destrucción, crecientes necesidades humanitarias, colapso socioeconómico, pobreza y hambre en niveles gravísimos”.

Por eso son tan importantes las iniciativas como los “Hospitales abiertos”. “Abiertos a los enfermos pobres -subrayó el pontífice- sin distinción de pertenencia étnica o religiosa”, signo de “una Iglesia que quiere ser una casa con las puertas abiertas y lugar de fraternidad humana. En nuestras instituciones asistenciales y caritativas -añadió- las personas, especialmente los pobres, deben sentirse 'en su casa' y encontrar una atmósfera de acogida digna”. Esto permite recoger “un doble fruto: curar los cuerpos y reparar el tejido social, promoviendo ese mosaico de convivencia ejemplar entre diversos grupos étnico-religiosos característico de Siria. En este sentido -añadió el Papa- es significativo que los numerosos musulmanes atendidos en vuestros hospitales sean los más agradecidos”.

Francisco también recordó que cientos de "buenos samaritanos, entre ellos algunos voluntarios" en estos 12 años de guerra en Siria "han perdido la vida ayudando a los demás. A ellos va todo nuestro agradecimiento”. Reflexionó luego sobre la necesidad de superar el sentimiento del limitación que surge ante la desproporción entre los inmensos esfuerzos necesarios para reconstruir Siria y las posibilidades de colaboración de cada uno, e invitó a recordar que "hasta el pedregoso desierto sirio, después de las primeras lluvias de primavera se cubre con un manto verde” gracias a muchas pequeñas gotas.

Precisamente la necesidad de no apartar los ojos de esta tierra herida ha sido el tema central de la conferencia "Para no olvidar a Siria y a los sirios" organizada en el Vaticano por AVSI junto con el dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el dicasterio para las Iglesias Orientales. Esta fue una oportunidad para presentar los resultados del proyecto "Hospitales abiertos" que comenzó en 2017 y se sostiene gracias a los aportes de pequeños donantes privados, grandes empresas, los gobiernos italiano y húngaro y numerosas conferencias episcopales europeas.

Se han ofrecifo un total de 80.000 prestaciones de salud en los tres hospitales de Damasco y Alepo y los cuatro dispensarios. "El objetivo -dijo en su intervención el secretario de AVSI, Gianpaolo Silvestri- es llegar a 140 mil prestaciones para fines de 2024". Pero Silvestri también recordó que “la crisis mundial está teniendo un impacto devastador en Siria. El país ha desaparecido de los medios de comunicación aunque las necesidades siguen existiendo, al igual que los pobres, los desplazados y los prófugos”.