El Papa: la guerra se está volviendo total, que María nos preserve del desastre nuclear

El sentido llamamiento de Francisco en su discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias: "Rechacen la investigación cuya finalidad sea de muerte, que los científicos se unan para formar una fuerza en defensa de la paz".    


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Dije que era una tercera guerra mundial 'en pedazos'. Hoy quizá podamos decir 'total', y los riesgos para las personas y el planeta son cada vez mayores". El Papa se reunió esta mañana en el Vaticano con la Pontificia Academia de Ciencias, con motivo de su sesión plenaria dedicada al tema "Ciencia básica para el desarrollo humano, la paz y la salud planetaria". Y el Pontífice volvió a expresar hoy su gran preocupación por los conflictos que atraviesa el mundo.

“San Juan Pablo II dio gracias a Dios porque, por intercesión de María, el mundo fue preservado de la guerra atómica”, agregó. “Por desgracia, debemos seguir rezando por este peligro, que debería haberse evitado hace tiempo".

"Después de las dos trágicas guerras mundiales", dijo el pontífice a los científicos reunidos en el Vaticano, "parecía que el mundo había aprendido gradualmente a avanzar hacia el respeto de los derechos humanos, el derecho internacional y las diversas formas de cooperación. Pero, por desgracia, la historia muestra signos de retroceso. No sólo se intensifican los conflictos anacrónicos, sino que resurgen los nacionalismos cerrados, exagerados y agresivos, así como las nuevas guerras de dominación, que afectan a la población civil, a los ancianos, a los niños y a los enfermos, y causan destrucción por doquier".

El Papa Francisco destacó el papel específico que pueden desempeñar los científicos en estos momentos, oponiéndose a la investigación con fines bélicos para promover la acción por la paz. "Es necesario movilizar todos los conocimientos basados en la ciencia y la experiencia", dijo, "para superar la miseria, la pobreza, la nueva esclavitud, y evitar las guerras". Al rechazar algunas investigaciones, inevitablemente destinadas, en circunstancias históricas concretas, a la muerte, los científicos de todo el mundo pueden unirse en una voluntad común de desarmar la ciencia y formar una fuerza para la paz".

"En nombre de Dios, que ha creado a todos los seres humanos para un destino común de felicidad", concluyó el Papa, "estamos llamados hoy a dar testimonio de nuestra esencia fraterna de libertad, justicia, diálogo, encuentro mutuo, amor y paz, evitando alimentar el odio, el resentimiento, la división, la violencia y la guerra". En nombre del Dios que nos dio el planeta para salvaguardarlo y desarrollarlo, hoy se nos llama a la conversión ecológica para salvar la casa común y nuestras vidas junto con las de las generaciones futuras, en lugar de aumentar la desigualdad, la explotación y la destrucción".