Ucrania, referéndum para anexionar las zonas ocupadas: la medida de Putin ‘desconcierta’ a Beijing
de Emanuele Scimia

Los chinos piden "diálogo" y "consultas" para resolver la crisis. China no reconocerá la anexión a Rusia de las tierras ocupadas en Ucrania, como tampoco apoyará ninguna aventura nuclear del Kremlin. El presidente ruso parece haber ignorado la advertencia de Xi Jinping al margen de la cumbre de la OCS.


Roma (AsiaNews) - El gobierno chino no perdió tiempo en expresar su malestar por los anuncios de Vladimir Putin en el día de hoy sobre su "operación militar especial" en Ucrania (léase invasión). En un discurso que había sembrado expectativas, el presidente ruso expresó su respaldo a la "farsa" de los referendos, que se celebrarán del 23 al 27 de septiembre en los territorios ocupados de Ucrania para su anexión a Rusia. Además, el "zar" ruso también ordenó una movilización "parcial" de 300.000 reservistas para hacer frente a la eficaz contraofensiva ucraniana.

El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, dijo que China pedía en cambio "diálogo" y "consultas" para abordar las preocupaciones de las partes implicadas.

En su discurso, Putin habló del "chantaje nuclear" de Occidente, señalando que Rusia defenderá su territorio por todos los medios. El temor es que, una vez anexionadas partes del Donbass y de las regiones de Jersón y Zaporiyia, el Kremlin recurra al uso preventivo de armas nucleares tácticas en caso de que estos territorios sean atacados por Kiev (una situación que ya está en marcha y que también ha ocurrido en Crimea). 

Wang subrayó que la posición de Beijing sobre Ucrania es "clara" y "coherente". China apoya "extraoficialmente" la acción rusa, cuidando de no incurrir en sanciones occidentales indirectas: los chinos han aumentado sus compras de petróleo, gas y carbón rusos, pero no proporcionan ayuda militar y no han realizado ninguna inversión en Rusia desde el estallido del conflicto en febrero.

Putin se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, el 15 de septiembre, al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Samarcanda (Uzbekistán). El líder ruso tuvo que admitir por primera vez que China expresó su preocupación y planteó interrogantes sobre la operación armada contra Kiev (el primer ministro indio Narendra Modi hizo lo mismo).

Según varios analistas, la movilización de los reservistas y los referendos demuestran que Putin tiene problemas en el frente ucraniano, luchando contra la presión militar de Kiev y los efectos de las sanciones occidentales. Queda claro que no encontrará el respaldo de Beijing: los chinos no reconocieron la anexión de Crimea en 2014, ni las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk hace siete meses. Harán lo mismo con las nuevas "adquisiciones" territoriales de Moscú, y mirarán con horror el posible uso ruso de artefactos nucleares.

Antes de la cumbre de la OCS, Xi había enviado un mensaje claro a Putin, durante las reuniones con los jefes de Estado de Kazajistán, Tayikistán y Kirguistán: que China apoya firmemente la independencia, la soberanía y la integridad territorial de los Estados en los que viven comunidades rusas o rusoparlantes. Un punto ineludible para un país que dice luchar contra el "separatismo" taiwanés, el "separatismo" uigur en Xinjiang y el de Tíbet y Mongolia Interior. El líder del Kremlin no parece haber acusado recibo.