Falleció hoy a la edad de 96 años. El anuncio lo hizo International Union of Muslim Scholars, el movimiento mundial del que era presidente. Era de origen egipcio y luchó desde muy joven por la independencia y contra el colonialismo. Fue famoso su sermón para las oraciones del viernes en la plaza Tahrir, en El Cairo, tras el derrocamiento de Mubarak.
Doha (AsiaNews) - Los Hermanos Musulmanes han perdido a uno de sus líderes más autorizados, así como a un punto de referencia espiritual, político y religioso. El influyente líder religioso suní de origen egipcio Yusuf al-Qaradawi, uno de los más feroces críticos de la actual dirigencia de El Cairo y de su presidente Abdel Fatah al-Sisi, falleció hoy en Doha a los 96 años. El anuncio lo hizo International Union of Muslim Scholar, el movimiento mundial del que era presidente, que lo celebra como una de las personalidades más importantes -aunque controvertidas- del mundo islámico. Desde los primeros levantamientos de 2011, al-Qaradawi fue uno de los pocos líderes religiosos musulmanes que apoyó pública y firmemente la Primavera Árabe en Egipto y en el mundo árabe.
Nacido el 9 de septiembre de 1926 en el pueblo de Saft Turab, gobernación de Gharbia (delta del Nilo), estudió en la Universidad de al-Azhar de El Cairo, la institución islámica más prestigiosa del mundo, y se doctoró en 1973. Tras pasar sus primeros años bajo el colonialismo británico, desde su temprana juventud Qaradawi se dedicó a luchar por la independencia, y fue detenido varias veces por el gobierno. Más tarde abrazó y apoyó a los Hermanos Musulmanes, el grupo de inspiración islámica más importante y activo en el frente religioso y social del país de los faraones, fundado en 1928. Su afiliación le costó nuevas -y numerosas- detenciones y encarcelamientos, tanto bajo el rey Faruk, en la década de 1940, como bajo el presidente Gamal Abdul Nasser en los años Cincuenta..
En 1961, Qaradawi se trasladó a Doha, donde fue nombrado decano de la facultad de la Sharia en la recién fundada Universidad de Qatar, además de recibir la ciudadanía siete años después. Invitado habitual del canal satelital Al-Jazeera, sus apariciones en diversos programas dedicados a la religión musulmana le valieron los elogios y el apoyo de millones de creyentes de todo el mundo.
El líder religioso regresó a Egipto durante un breve periodo en 2011, tras el levantamiento popular que condujo al derrocamiento de Hosni Mubarak. El 18 de febrero, pocos días después de la dimisión del ex presidente, celebró la oración del viernes ante miles de fieles y ciudadanos reunidos en la famosa plaza Tahrir - en el centro de la capital, El Cairo- que se había convertido en un símbolo de la protesta
Tras décadas de exilio, su primera aparición ante cristianos y musulmanes tuvo un gran valor simbólico y representó uno de los momentos clave de la etapa posterior a la revolución. Tras la caída de Mohamed Morsi, el exponente de los Hermanos Musulmanes derrocado por el golpe de Estado del ejército, el líder religioso volvió a ser incorporado a la lista negra de "enemigos" de la nación. Inclusive fue condenado a muerte en contumacia en 2015 por su vinculación con una fuga masiva de la cárcel cuatro años antes.
A pesar de su influencia en la Hermandad Musulmana y su aparente apoyo al grupo, Qaradawi desmintió ser miembro y en varias oportunidades rechazó las peticiones del grupo para ocupar cargos de responsabilidad. Su apoyo a la Primavera Árabe y su oposición a Al Sisi figuran entre los motivos que condujeron a la crisis diplomática entre Doha y varias naciones árabes y del Golfo. La situación culminó con un boicot político, económico y diplomático de varios países contra Qatar, en 2017. Durante años, la organización de la que era presidente, International Union of Muslim Scholars, fue incluida en la lista de "organizaciones terroristas" por Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Tras su escisión, la organización fue admitida nuevamente el año pasado, luego de una larga mediación.