Tragedia del estadio de Malang: la Conferencia Episcopal insta a ‘fomentar la amabilidad’
de Mathias Hariyadi

Las condolencias del gobierno y de la Iglesia indonesia por las víctimas de los disturbios en el estadio Kanjuruhan. Hasta ahora, confirman 127 muertos en los incidentes luego de que la policía disparara gases lacrimógenos contra los hinchas que invadieron el campo. El gobierno creará un equipo de investigación independiente.


Yakarta (AsiaNews) - Varias autoridades y sacerdotes indonesios expresaron sus condolencias por la tragedia ocurrida en el estadio de Malang, en la isla de Java, donde 127 personas murieron en la violencia que se desató tras un partido de fútbol entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya. Se estima que el número de muertos aumentará en las próximas horas: muchos heridos se encuentran hospitalizados en grave estado y a falta de documentos personales, decenas de cadáveres aún no han sido identificados.

El partido terminó con un 3 a 2 favorable a Persebaya Surabaya. Según el Ministro de Seguridad, el estadio de Kanjuruhan alojó a 4.000 personas más de las que su capacidad permitía. Por su parte, el jefe de la policía local informó de que unas 3.000 personas -hinchas del Arema FC, que jugaba como local- irrumpieron en el campo al final del partido. La policía utilizó gases lacrimógenos y muchas personas fueron aplastadas por la multitud.

'Expreso mis más profundas condolencias a las víctimas y a sus familias', dijo el presidente Joko 'Jokowi' Widodo en un vídeo publicado en su canal de YouTube. El gobierno creará un equipo de investigación independiente dirigido por el Ministro de Seguridad.  Los partidos de fútbol de la primera liga indonesia, la Liga 1, seguirán suspendidos hasta nuevo aviso.

El obispo de la diócesis de Malang, monseñor Henricus Pidyarto Gunawan, también expresó sus condolencias "a todas las familias que perdieron a sus seres queridos durante la tragedia futbolística de ayer. Rezo por todos los fallecidos. Espero que Dios misericordioso acoja a los muertos y que todos los heridos se recuperen rápidamente", continuó el prelado, en diálogo con AsiaNews.

"Realmente espero que estas familias reciban apoyo moral. También insto a las autoridades indonesias y a la Asociación de Fútbol indonesia, junto con la Agencia de Seguridad del Estado, a que lleven a cabo una investigación exhaustiva y pongan a los responsables a disposición de la justicia, para que nunca más se repita un incidente así", añadió el padre Hans Jeharut, secretario de la Oficina de la Comisión de Laicos de la Conferencia Episcopal de Indonesia (KWI). Decenas de otros sacerdotes se hicieron eco del llamamiento y pidieron oraciones por las víctimas.

"Para mí, no es el momento de culparse unos a otros, sino de ir de la mano para ofrecer ayuda a quienes la necesitan", dijo el padre Peter Christian Siswantoko, secretario ejecutivo de la KWI. "El incidente de ayer debería ser una oportunidad para que todo el pueblo indonesio aprenda el verdadero espíritu deportivo: no se trata solo de competir, sino también de "fomentar la amabilidad" cuando se pierde un partido. Valores clave que deben aprender no sólo los deportistas y los funcionarios, sino también los aficionados".