El estado policial y el control social se refuerzan con la política de “Cero Covid”. Casos extremos en el Tíbet y Xinjiang. Muchos activistas de derechos humanos y abogados permanecen en prisión, a la espera de juicio o sentencia. En China deben afirmarse los "dos principios" de Xi.
Beijing (AsiaNews) - Mientras el Partido Comunista chino se prepara para celebrar su 20º Congreso, el régimen intensifica la represión y el control social. Para asegurarse un histórico tercer mandato en el poder, Xi Jinping refuerza su estado policial con la política de "Cero Covid", aún a costa de la economía nacional.
La política de “tolerancia cero con el Covid” se utiliza con fines políticos, especialmente en el Tíbet y Xinjiang, donde Beijing dice luchar contra el separatismo y el terrorismo.
Como informa Chinese Human Rights Defenders, hay muchos activistas humanitarios que languidecen en prisión a la espera de un juicio o de su conclusión. Entre los más conocidos figuran Xu Zhiyong y Ding Jiaxi: el proceso ya concluyó y aguardan la sentencia. En una situación similar se encuentra Chang Weiping, que será procesado el 26 de julio.
Hay preocupación por Li Qiaochu, la novia de Xu. No goza de buena salud: su abogado afirma que las autoridades penitenciarias la obligan a tomar medicamentos que le han hecho perder mucho peso.
La activista Xu Qin está en peores condiciones: durante una visita al centro de detención de Yangzhou en el mes de julio, su abogado la encontró en una silla de ruedas. A pesar de su estado físico, Xu se niega a declararse culpable.
La conocida abogada de derechos humanos Li Yuhan lleva más de cinco años en prisión. El juicio concluyó hace un año y todavía espera el veredicto: su familia y la defensa piden su excarcelación desde hace mucho tiempo, alegando su grave estado de salud.
En vísperas del Congreso, la maquinaria del partido se dedica a promover los "dos principios" de Xi: consolidar su rol "como centro del Partido" y su pensamiento como guía para el país. Para los disidentes, no hay espacio.