Astaná, elecciones presidenciales: Tokaev no tiene rivales reales
de Vladimir Rozanskij

Seis candidatos participan de la carrera para las elecciones del 20 de noviembre, incluido el presidente en funciones. Despierta curiosidad la candidata Karakat Abden, de 48 años, que representa a los trabajadores sociales. Se mantiene la opción del voto "contra todos" como una "vía de expresión" para los votantes. Pocas protestas de los candidatos excluidos.

 


Moscú (AsiaNews) - El Comité Electoral de Kazajistán aprobó definitivamente la lista de candidatos para las elecciones presidenciales del 20 de noviembre, tras analizar las candidaturas presentadas. La mitad de las candidaturas quedaron afuera y solo seis se mantienen en la carrera electoral. La primera es la del propio presidente saliente, Kasym-Žomart Tokaev, de 69 años, quien, según todos los pronósticos, no vería obstáculos para obtener un segundo mandato. Cabe recordar que las elecciones de 2019 también se celebraron antes del final del mandato de su predecesor, Nazarbayev.

Todos los aspirantes a la presidencia (en la foto, en el sentido de las agujas del reloj) son poco conocidos, a pesar de que uno de los requisitos es haberse desempeñado en la administración pública por cierto período. Meyram Kažyken, de 61 años, es presentado por el sindicato Amanat; dirige el Instituto de Investigación Económica de Astaná y se desempeña como asesor del Gobierno desde principios de la década de 2000, principalmente en el Ministerio de Industria y Comercio. Igualmente influyente parece ser Žiguli Dayrabaev, de 67 años, candidato del partido AUYL y presidente del Comité para el Complejo Agrícola-Industrial de la Cámara de Empresarios de Atameken, ex dirigente de los koljoses en la época soviética.

Entre las candidaturas, una de las figuras más interesantes es Karakat Abden, de 48 años, que representa a los trabajadores sociales y defiende los derechos de las mujeres en las altas esferas administrativas. Desde su juventud, muy activa en el partido presidencial Nur Otan, fue diputada municipal en Astaná y en 2019 publicó un libro titulado "Eres kazajo: ¡siéntete orgulloso!", que tuvo un gran éxito y también suscitó críticas por la financiación estatal que recibió.

La otra candidata es Saltanat Tursynbekova, también de 48 años, de la asociación republicana "Madres kazajas como camino a la tradición". El año pasado Tokaev la nombró presidenta de la Comisión de Asuntos de la Mujer, Población y Política Familiar de la administración presidencial. Es vista como una activista en defensa de los derechos de las personas.

Cierra la lista Nurlan Auesbaev, de 65 años, del Partido Socialdemócrata OSDP, el único que se autodefine como "oposición". Ex miembro del Partido Comunista, Auesbaev es conocido por su propuesta de erigir una estatua de Lenin en la nueva capital, Astaná, que fue rechazada por el presidente Nazarbayev. Su candidatura es el resultado de una victoria en las primarias del partido.

Entre las boletas electorales figura la opción del voto "contra todos", a pesar de que no tendrá ningún efecto en el resultado, ya que los votos en contra no ingresan en el cómputo, incluso si alcanzan la mayoría de los votos emitidos. Esta opción se mantiene a instancias de Tokaev, que quiere dar a los votantes una "vía de expresión" en las urnas.

Los candidatos que fueron excluidos por motivos formales (insuficiencia de firmas para presentarse, poco tiempo en la función pública y enfrentamientos internos en los grupos de apoyo) no expresaron ninguna protesta en particular. Con la salvedad del político de la oposición Žasaral Kuanyšalin, quien ni siquiera llegó a presentar su candidatura. Se dice que es víctima de un "boicot del Estado": presuntamente se ejercieron presiones sobre todas las formaciones y asociaciones políticas dispuestas a considerar su nombre. Y fue imposible obtener el registro de su partido "¡Vamos, Kazajistán!

Otros activistas y periodistas también se han quejado de la imposibilidad de presentar verdaderos "candidatos del pueblo", lo que revela un descontento generalizado entre la población. Sin embargo, es poco probable que el malestar se exprese en protestas reales contra la nueva consagración de Tokaev.