Ciudades militarizadas, activistas arrestados: así es el ‘clima’ en Egipto para la Cop27

La cumbre de la ONU sobre medio ambiente se celebrará del 6 al 18 de noviembre. Desde hace días, Sharm el-Sheikh, escenario del evento, está custodiada por policías y agentes de civil. Se reprimen todas las formas de disidencia, y al menos 67 personas han sido detenidas, entre ellas un indio que había organizado una marcha. Un informe denuncia el "alto riesgo" de escasez de alimentos y agua en Oriente Medio.


El Cairo (AsiaNews) - El famoso destino turístico de Sharm el-Sheikh quedó "militarizado" y las fuerzas de seguridad realizaron una serie de redadas que culminaron con la detención de decenas de ecologistas y activistas defensores de los derechos. En medio de la imposición de medidas de seguridad y la dura represión de las voces críticas, Egipto se prepara para hospedar la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (Cop27), que se celebrará en los complejos turísticos con vistas al Mar Rojo del 6 al 18 de noviembre.

Mohamed Lotfy, director de la Comisión Egipcia de Derechos y Libertades (ECRF), informa de que en los últimos días han sido detenidas al menos 67 personas en El Cairo y otras ciudades, que han comparecido ante el magistrado para responder por la convocatoria a las protestas organizadas para el próximo 11 de noviembre. Entre los detenidos se encuentra un activista indio (en la foto), que había organizado una marcha de protesta por el clima y el medio ambiente partiendo de la capital egipcia. Detrás de la represión de las autoridades se esconde también otro interés: suprimir cualquier forma de disidencia relacionada con las manifestaciones contra el gobierno, promovidas por el actor, empresario y activista Mohamed Ali, actualmente en el exilio.

Entre los motivos de la detención está la acusación de difundir noticias falsas en las redes sociales, en referencia a las manifestaciones de protesta. Fuentes locales hablan también de un aumento de los controles al azar por parte de los departamentos de seguridad y agentes de civil que confiscan (y revisan) los teléfonos móviles y las cuentas de las redes sociales. Pese a las consultas, el Ministerio del Interior egipcio no quiso hacer comentarios sobre el tema e incluso reinó el silencio  entre los organizadores de la conferencia del clima de la ONU.

En Egipto, las protestas públicas están prohibidas y la disidencia se castiga por la fuerza. La situación es así desde el derrocamiento del líder de los Hermanos Musulmanes y ex presidente Mohamed Morsi en 2013 a manos del entonces comandante del ejército -y ahora jefe de Estado- Abdel Fattah al-Sisi, que asumió la presidencia al año siguiente. La represión afecta tanto a los dirigentes y partidarios de la Hermandad como a los simples ciudadanos y activistas.

El responsable egipcio de la Cop27 dijo que se permitirían las protestas en zonas designadas de Sharm el-Sheikh durante la cumbre, pero los activistas expresaron su preocupación por posibles actos de represión y violaciones de derechos. Un temor confirmado por la creciente "militarización" de la ciudad turística con vistas al Mar Rojo, que ahora se parece más a una zona de guerra con puestos de control, registros y agentes por todas partes que al centro mundial del debate sobre el clima. Detrás del despliegue masivo está el temor de que el evento de la ONU dedicado al medio ambiente pueda ser aprovechado para realizar protestas internas contra el gobierno o a escala mundial.

En cuanto al medio ambiente, en vísperas de la cumbre, Greenpeace publicó un informe en el que habla del "otro riesgo": la escasez de agua y alimentos en Oriente Medio, debido a las olas de calor cada vez más frecuentes y al cambio climático. Titulado "Living on The Edge", el estudio se centra en Argelia, Egipto, Líbano, Marruecos, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y destaca -como otros en el pasado reciente- que la región se calienta a una velocidad que duplica la media mundial, lo que hace que sus suministros de alimentos y agua sean "extremadamente vulnerables".

Por último, en los días previos a la Cop27, Unicef también dio a conocer un nuevo proyecto basado en el llamado "Índice de Riesgo Climático Infantil (IRC)" de la región de Oriente Medio y el Norte de África. En este sentido, Egipto es el país con mayor puntuación en cuanto a la exposición de los más pequeños a las perturbaciones climáticas y medioambientales, con más de 5,3 millones de personas que sufren los efectos de las olas de calor. Además, las proyecciones indican que para el año 2050, al menos cuatro países -Egipto, Yibuti, Yemen y Sudán- tendrán más de 103 millones de niños y 53,5 millones de adolescentes más vulnerables a los impactos del cambio climático. El país de los faraones tiene un índice de riesgo "extremadamente alto".