Teherán encarcela a los abogados, incluidos los letrados de cristianos conversos

Más de 30 terminaron arrestados, tres de ellos habían defendido a recientes conversos que abandonaron la religión islámica. Los dos periodistas que informaron por primera vez de la tragedia de Mahsa Amini podrían ser condenados a cinco años de prisión. Hasta ahora, la represión de los ayatolás ha dejado 321 muertos (entre ellos 50 niños) y casi 15.000 detenciones.


Teherán (AsiaNews) - Los abogados son la última categoría -después de los estudiantes, los activistas y los periodistas- en el punto de mira de la represión de los ayatolás. Con ello se procura castigar la masiva ola de protestas desencadenada por el asesinato de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini a manos de la policía de la moral. En las últimas semanas encarcelaron a más de 30 abogados, entre ellos al menos tres comprometidos con la defensa de acusados cristianos arrestados por convertirse del Islam. En tanto, miles de personas detenidas en los últimos dos meses están a la espera de juicio. Más de 200 parlamentarios piden penas durísimas contra los manifestantes, incluso la pena de muerte.

Hossein Ahmadiniaz, un activista iraní que ahora se encuentra en los Países Bajos, cuenta a Article18 que muchos de los abogados detenidos son figuras importantes, algunos de ellos han ofrecido asistencia jurídica gratuita a los manifestantes. También han solicitado una "comisión para proteger los derechos de los detenidos, incluido el acceso a la asistencia legal". Durante 43 años, continuó, la República Islámica ha sido "hostil" hacia el colegio de abogados y "cientos de ellos han sido detenidos arbitrariamente, torturados u obligados a abandonar Irán".

Tres de los abogados detenidos trabajaron en la defensa de cristianos que fueron imputados en juicios por "conversión ilegal". Se trata de Bahar Sahraian, Mustafa Nili y Babak Paknia (en la foto) . El primero tenía entre sus clientes a la pareja formada por Sam Khosravi y Maryam Fallahi, cuya hija adoptiva Lydia les fue arrebatada por orden judicial por haberse convertido al cristianismo, mientras que la niña era considerada musulmana de nacimiento. Y también, Sara Ahmadi y Homayoun Zhaveh, condenados a 10 años y que siguen en una celda de la prisión de Evin a pesar de su precario estado de salud. El hombre, de 64 años, sufre de mal de Parkinson en estado avanzado.

Sin ir más lejos, la semana pasada, Mustafa Nili había defendido a tres conversos, actualmente en prisión por una condena de cinco años: Ahmad Sarparast, Morteza Mashoodkari y Ayoob Poor-Rezazadeh. Babak Paknia, colega de Mustafa, ha defendido en varias ocasiones a cristianos procesados y ha apoyado la campaña en favor de su colega Iman Soleimani, en el punto de mira de las autoridades por su activismo en favor de los derechos.

Según las últimas informaciones, seis de los abogados detenidos, incluido Paknia, fueron liberados tras el pago de una fianza. Sin embargo, la gran mayoría sigue en prisión preventiva. Este y otros casos de graves violaciones llevaron a 40 abogados de origen iraní, pero residentes en el extranjero, a firmar una carta abierta contra el poder judicial, usando un tono muy duro: de ser una institución encargada de la "protección de los derechos de los ciudadanos", la Justicia iraní se ha convertido en una fuerza "despótica" y "corrupta", que aprovecha las "falsas acusaciones" en materia de "seguridad" para perpetrar abusos y violaciones. 

Mientras tanto, la fiscalía acusó de "colusión" a los periodistas Niloufar Hamedi y Elaheh Mohammadi -los primeros en informar sobre la muerte de Mahsa Amini y las protestas iniciales durante el funeral de la joven. Se los acusa de atentar contra la seguridad nacional y difundir propaganda contra Irán. Se espera el veredicto en los próximos días y por el momento no está claro si la audiencia se celebrará a puerta cerrada. Es probable que sean condenados, ya que por cargos similares la ley prevé penas de hasta cinco años.

Así todo, la represión de los ayatolás, cada vez más dura, no consigue frenar las protestas populares, las mayores desde la revolución islámica de 1979. Hasta el momento se registran 321 manifestantes muertos, entre ellos 50 niños (según fuentes de Human Rights Activists News Agency, HRANA). Se estima que hay casi 15.000 personas detenidas, y en estas horas algunos movimientos universitarios convocan una jornada de memoria para recordar a las víctimas de la represión.