Papa: la consolación de Dios es una paz más fuerte que la prueba

En la audiencia general, Francisco rezó por las víctimas del terremoto en Indonesia y -recordando el Holodomor de Stalin- por "todos los niños, mujeres y  ancianos que hoy sufren el martirio de la agresión en Ucrania". La esperanza de que el Mundial de Qatar sea una oportunidad de "encuentro y armonía que promueva la paz y la fraternidad entre los pueblos".

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Cercanía y oración por los muertos y heridos del terremoto en la isla de Java en Indonesia. Y, como cada semana, el pensamiento por el pueblo ucraniano que “sufre hoy el martirio de la agresión”. Al final de la audiencia general -ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro- el Papa Francisco recordó una vez más las heridas del mundo de hoy.

Continuando con el ciclo sobre el discernimiento, el pontífice se centró en el tema de la consolación espiritual. “Es una profunda experiencia de alegría interior -explicó- que nos permite ver la presencia de Dios en todas las cosas; esta refuerza la fe y la esperanza, así como la capacidad de hacer el bien. La persona que experimenta la consolación no se rinde ante las dificultades, porque experimenta una paz que es más fuerte que la prueba. Se trata, entonces, de un gran regalo".

En la consolación -explicó el Papa- "la persona se siente envuelta en la presencia de Dios, siempre de una manera que respeta su propia libertad". “Pensemos en tantos santos y santas -añadió- que supieron hacer grandes cosas, no porque se consideraran buenos y capaces, sino porque fueron conquistados por la dulzura apaciguadora del amor de Dios. En el momento de la consolación, cuando nosotros somos consolados, sentimos el deseo de hacer mucho bien, continuamente. En cambio, cuando estamos en un momento de desolación, quisiéramos encerrarnos en nosotros mismos y no hacer nada…”.

Con respecto a la consolación, sin embargo, también hay que tener cuidado de distinguir "las originales" de las "imitaciones". “Si la consolación auténtica es como una gota en una esponja, es suave e íntima -prosiguió Francisco-, sus imitaciones son más ruidosas y llamativas, son fuegos artificiales, no tienen consistencia, y llevan a replegarse sobre uno mismo, a no preocuparse por los demás. La falsa consolación al final nos deja vacíos, alejados del centro de nuestra existencia". En cambio, “cuando nos sentimos felices y en paz somos capaces de hacer cualquier cosa. Pero no hay que confundir esa paz con un entusiasmo pasajero, porque el entusiasmo hoy está y después decae y desaparece”.

Por eso -concluyó el Papa- debemos cuidarnos de la falsa consolación, que “puede convertirse en un peligro si la buscamos como fin en sí misma, de forma obsesiva y olvidándonos del Señor. Como diría san Bernardo, se buscan las consolaciones de Dios y no se busca al Dios de las consolaciones”.

Cuando saludó a los fieles, el Papa Francisco volvió a invitar a la gente a orar por la paz en el mundo y para que terminen todos los conflictos. “Este sábado –recordó– es el aniversario del Holodomor, el exterminio causado por el hambre en 1932 y 1933, que fue provocado artificialmente por Stalin. Oremos por las víctimas de este genocidio y oremos por tantos niños, mujeres y ancianos que hoy sufren el martirio de la agresión”.

Se refirió también al Día Mundial de la Pesca que se celebra este lunes y exhortó a respetar los "derechos de los pescadores que, con su trabajo, contribuyen a la seguridad alimentaria, la nutrición y la reducción de la pobreza en el mundo". Inspirándose en la figura del P. Giuseppe Ambrosoli, sacerdote misionero comboniano y médico fallecido en Uganda en 1987 que beatificado este domingo en ese país africano, expresó el deseo de que “su extraordinario testimonio nos ayude a cada uno de nosotros a ser dignos de una Iglesia en salida”.

Por último saludó a los jugadores, aficionados y espectadores que siguen desde varios continentes el mundial de fútbol que se disputa en Qatar. “Que este importante evento -comentó- pueda ser una oportunidad de encuentro y armonía entre las naciones, favoreciendo la paz y la fraternidad entre los pueblos”.