Netanyahu, primer acuerdo de coalición: Ben-Gvir es ministro de Policía

El líder de extrema derecha también se asegura un puesto en el gabinete de seguridad de Israel. Ben-Gvir habla en una nota de un "gran paso" hacia el nacimiento del nuevo gobierno. Ahora queda abierto el juego para Defensa y el rol de Smotrich, que parece orientarse a Hacienda, con delegación en Administración Civil, que controla los territorios. Lo que pone fin a la posibilidad de un Estado palestino.

 


Jerusalén (AsiaNews)- El Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu formalizó hoy el primer acuerdo de coalición destinado a formar un nuevo gobierno. Al líder del partido Poder Judío (Otzma Yehudit), Itamar Ben-Gvir, se le asignará el ministerio de Policía y un puesto en el gabinete de seguridad de Israel. Para el representante de la extrema derecha es un ministerio clave que se encarga, entre otras cosas, del control de la Explanada de las mezquitas (o Monte del Templo), con las posibles tensiones futuras relacionadas con el hecho de que los judíos ortodoxos caminen y recen en un área que los musulmanes consideran el tercer lugar sagrado del Islam.

Este ha sido el primer paso oficial hacia el nacimiento del nuevo ejecutivo que, con toda probabilidad se completará en el plazo que marca el ordenamiento constitucional, aunque todavía quedan puestos clave en juego, como el Ministerio de Defensa. "Hemos dado un gran paso -afirmó Ben-Gvir en una nota- hacia un acuerdo de coalición completo, hacia la formación de un ejecutivo en pleno funcionamiento" y orientado "hacia la derecha".

El Likud y sus aliados religiosos y de extrema derecha obtuvieron una clara victoria en las elecciones del 1 de noviembre, poniendo fin a casi cuatro años de inestabilidad política. El ejecutivo en construcción parece destinado a ser el más orientado a la derecha de la historia de Israel, lo que ha obligado a su líder Netanyahu a realizar un intenso esfuerzo diplomático y de mediación entre las derivas radicales dentro de la coalición y los aliados occidentales. Sobre todo Estados Unidos y los nuevos socios árabes bajo los llamados “Acuerdos de Abraham”.

El punto crítico está relacionado con el ala de la ultraderecha religiosa, fundamental para garantizar una sólida mayoría entre los 120 diputados de la Knesset, el Parlamento israelí. En la votación, el frente se había presentado unido, para asegurar mayor fuerza a nivel electoral, pero en el momento del reparto de escaños se produjeron divisiones con siete diputados del Partido Sionista Religioso de Bezalel Yoel Smotrich, seis de Ben-Gvir y otro grupo minoritario.

Tras haber llegado a un acuerdo sobre la Policía, un puesto clave que permite controlar el acceso a los lugares sagrados, ahora queda abierto el juego para el codiciado Ministerio de Defensa. Smotrich lo ha reclamado varias veces en estos días de negociaciones, apuntando al mismo tiempo contra las ONG y grupos activistas pro derechos humanos que luchan contra la ocupación.

La intervención entre bambalinas de Washington y los malos humores del mundo árabe han cerrado con toda probabilidad la puerta de Defensa al líder de ultraderecha, aunque este parece orientarse hacia el Ministerio de Hacienda, con responsabilidad en la administración civil. De esta forma se aseguraría el control de Cisjordania, porque el organismo supervisa la vida civil de aproximadamente el 60% de la región (el Área C). Una perspectiva inquietante para muchos movimientos activistas, entre ellos Peace Now, que habla -en caso de acuerdo sobre el nombramiento- de una "anexión de facto" de los territorios, lo que supone un nuevo impulso para la política expansionista de las colonias y el reconocimiento de los puestos de avanzada

Lo que en la práctica supone poner fin a cualquier posibilidad de un Estado palestino.