Protestas contra el confinamiento: piden a Xi y al Partido Comunista que den un paso al costado
de John Ai

Manifestaciones en todo el país contra la política "Covid cero", incluso en las universidades. Son las más impresionantes desde 1989. A pesar del impacto en la economía y en los ingresos de las familias, las autoridades chinas ignoran las demandas de la población. Actúa la Policía antidisturbios. Manifestaciones inspiradas en una iniciativa solitaria en Beijing antes del XX Congreso del Partido.

 


Roma (AsiaNews) - Las protestas masivas contra la rígida política de Covid-cero se están extendiendo por toda China. En Shanghai se vivió hoy el segundo día de manifestaciones. La gente volvió a reunirse para pedir que la policía deje en libertad a las personas detenidas durante la noche. Las fuerzas policiales respondieron con nuevos arrestos: videos en línea muestran a agentes uniformados y de civil sujetando manifestantes, incluso mujeres, e introduciéndolos por la fuerza en un autobús para llevarlos en medio de gritos y lágrimas.

La ola de furia se ha desatado tras las manifestaciones de los últimos días en Urumqui, capital de la región autónoma de Xinjiang, que pedían el fin de las restricciones sanitarias. La población local culpó a las autoridades por la muerte de 10 personas el 25 de noviembre durante el incendio de un edificio: las draconianas medidas anti-Covid habrían impedido la posibilidad de escapar.

Las protestas son raras en Xinjiang, donde, según expertos independientes y de la ONU, las autoridades han internado a uigures y otras minorías de habla turca en campos de concentración, en nombre de la lucha contra el terrorismo.

El gobierno chino todavía no ha dado una respuesta a las manifestaciones. Después del trágico incendio en Urumqi, la actitud arrogante de los líderes locales ha desatado la furia de los chinos en diferentes puntos del país. Las autoridades de Xinjiang culparon a los que perdieron la vida en el incendio por la falta de conciencia en el tema de la seguridad y la ignorancia, pero no mencionaron que las salidas de emergencia de los edificios residenciales habían sido clausuradas.

Dos días después, la noche del 27 de noviembre, cientos de personas se concentraron en el centro de Shanghái para recordar a las víctimas de la tragedia de Urumqi. La gente ofreció flores y encendió velas para conmemorar a los muertos y la concentración se convirtió en una manifestación. Los manifestantes pidieron que terminen los confinamientos junto con otras reivindicaciones políticas.

La gente repetía consignas como "Partido Comunista, hazte a un lado" y "Xi Jinping, renuncia". Algunos presentes gritaron "no queremos pruebas de hisopado. Queremos libertad": un pedido similar al que hizo un manifestante solitario en Beijing antes del 20º Congreso del PCCh en octubre.

En las redes sociales siguen circulando imágenes de las protestas en Shanghái. El hecho está causando revuelo porque desde la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989 no ocurría que un amplio sector de la población pidiera abiertamente la "renuncia" de la conducción comunista.

Las autoridades endurecieron la censura en internet y bloquearon las cuentas de los usuarios que compartían fotos y videos en las redes sociales. Inspirados por la protesta de Shanghai, los manifestantes también salieron a las calles en Chengdu (Sichuan) gritando "no a los gobiernos de por vida, China no necesita un emperador", "libertad de expresión, libertad de prensa".

Los manifestantes que pedían "libertad de expresión y libertad de prensa", fueron atacados por la policía, que arrestó a muchos de ellos.

En Wuhan (Hubei), donde apareció por primera vez el Covid-19, los manifestantes derribaron vallas y barreras metálicas para la cuarentena antes de ser enfrentados por la policía antidisturbios. En Guangzhou (Guangdong) la multitud se manifestó para exigir la liberación de los ciudadanos detenidos en Shanghai. Los videos que circulan en línea muestran cómo detienen a algunos manifestantes.

En Beijing también hubo una protesta masiva durante la noche. Los estudiantes universitarios están activos en los campus de la capital. En varias universidades chinas se registran enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los estudiantes que pedían a las autoridades que termine el confinamiento sanitario. “Democracia y estado de derecho, libertad de expresión” es el lema de los estudiantes de la Universidad de Tsinghua, una de las más importantes del país. Según publicaciones en las redes sociales, estudiantes de más de 50 universidades se sumaron a la serie de protestas.

Los estudiantes también han lanzado la "revolución del papel en blanco", en la que cada manifestante permanece inmóvil agitando una hoja de papel en blanco. En las publicaciones en línea afirman que la policía y la seguridad de las universidades prestan especial atención a esta forma de protesta.

También se produjeron protestas masivas en la fábrica de Foxconn en Zhengzhou (Henan), donde se ensamblan los últimos modelos de iPhone. Desde fines de octubre una gran cantidad de trabajadores abandonaron su trabajo debido al brote del virus dentro de la planta. A los empleados les ordenaron que permanecieran en sus dormitorios. Sin embargo, un gran número de ellos regresaron a pie a sus lugares de origen para evitar ser arrestados en los medios de transporte público.

Luchando con la falta de mano de obra, Foxconn recurrió al gobierno en busca de ayuda, lo que empeoró la situación. Las autoridades movilizaron a los veteranos para trabajar en la línea de montaje. Cuando el personal reclutado llegó a la fábrica, se dieron cuenta de que el salario era inferior al prometido. Insatisfechos con el pago y temiendo los contagios, los nuevos empleados renunciaron y exigieron una compensación, demandas que provocaron enfrentamientos masivos con la policía y los funcionarios de seguridad de la planta, la semana pasada.