En un barrio marginal de Lahore, un campamento médico asiste a mujeres y niños
de Shafique Khokhar

Fue creado por la asociación sin fines de lucro Umeed Partnership. Durante un día, 1000 personas pudieron acceder a consultas médicas y vacunas totalmente gratuitas. La presidente de la organización, Shamin Gulzar, dice que "la pobreza obliga a las mujeres a trabajar, pero deben hacer frente a muchos problemas". También distribuyeron ropa de abrigo a 200 familias.


Lahore (AsiaNews) - Hace pocos días, la organización sin fines de lucro Umeed Partnership Pakistan, en colaboración con el Rotary International Club, montó un campamento médico gratuito en un barrio marginal de Lahore. Más de 1.000 personas de doce aldeas pudieron acceder a consultas médicas gratuitas durante todo un día, el 26 de noviembre, de 9 a 17 horas. Se instalaron tres tiendas: una para mujeres y niñas, otra para niños y otra para la vacunación contra la poliomielitis, después de que se registraron 14 casos este año. Seis médicos trabajaron en el lugar: un médico generalista, tres ginecólogos y dos pediatras. Al final del día, el Rotary Club distribuyó ropa de abrigo a 200 familias.

Para llegar a un gran número de pacientes mujeres, cristianas y musulmanas, Umeed Partnership colocó durante una semana anuncios en iglesias y mezquitas de la ciudad. 

En diálogo con AsiaNews, la presidente de la organización, Shamin Gulzar, cuenta: "La opinión general en Pakistán es que la pobreza obliga a las mujeres a trabajar para mantener a sus familias; de lo contrario, muy pocas participan en actividades económicas. Las trabajadoras, por tanto, están empleadas mayoritariamente en el sector informal, lo que agrava aún más sus problemas".

"En zonas urbanas como Lahore", continúa la activista cristiana, "el servicio doméstico es el principal sector que emplea a las mujeres. A falta de un marco legal y regulatorio, las mujeres se enfrentan a una serie de problemas".

"Antes de organizar este campamento de salud, formamos a 16 mujeres líderes de la comunidad local que ahora promueven y brindan apoyo psicosocial en los barrios pobres y marginales de Lahore. Si al utilizar nuestros recursos servimos a la humanidad y a los oprimidos sin discriminar a nadie, no hay duda de que estamos haciendo la obra de Dios", agrega.

"Los cierres durante la pandemia nos afectaron mucho", dice Parveen Bibi, una de las beneficiarias del campamento médico. "Mi marido era carpintero y perdió su trabajo. Se volvió alcohólico y solía pegarnos a mí y a los niños. Sufrí mucho, así que lo dejé y volví a vivir con mis padres, pero ellos no pueden alimentar a mis seis hijos".

"Mis hijos no van a la escuela -continúa Parveen- porque trabajo de la mañana a la noche en casa de otras personas. Estoy constantemente estresada y muchas veces he sentido ganas de suicidarme, pero me contengo y espero la ayuda de Dios. Quiero dejar mi trabajo por el maltrato de las señoras ricas y el acoso sexual de sus maridos. Pero tengo que dar las gracias a Umeed Partnership, por ayudarme y sostenerme en estos momentos difíciles".