India: Ataques con ácido, un problema social y legal
de Alessandra De Poli

El país registra el mayor número de ataques de este tipo en el mundo. En el 60% de los casos las víctimas no lo denuncian porque la justicia es demasiado lenta. Las motivaciones de los agresores muestran hasta qué punto el problema está relacionado con la cultura patriarcal.

 


Dos días atrás, dos muchachos en bicicleta arrojaron ácido a una adolescente de 17 años hiriéndola en los ojos. La joven se dirigía a la escuela en Mohan Garden, una localidad al suroeste de Delhi, junto con su hermana menor. Tres personas fueron detenidas en relación con el caso. Según ha trascendido hasta el momento, uno de los imputados, amigo de la jovencita, quiso vengarse tras una discusión. La policía dijo que el ácido probablemente se compró por Internet, mientras que los médicos comunicaron que la gravedad de las quemaduras recién se conocerá dentro de unos días.

Las agresiones con ácido contra las mujeres son un flagelo en la India, el país que registra el mayor número de casos por año en el mundo. Se estima que de aproximadamente 1500 casos en todo el mundo (el 90% de los ataques se registran en países en desarrollo, entre ellos Bangladés, Nepal, Pakistán y Colombia), al menos 1000 ocurren en la India. Y a pesar de los intentos del gobierno indio y la Corte Suprema de detener el problema, los números van en aumento. Considerando datos parciales -porque alrededor del 60% de las agresiones no se denuncian- en 2010 se registraron 80 y en 2019 se triplicaron (240).

Según diversas investigaciones este incremento se debe a la cultura patriarcal india (en más del 80% de los casos las víctimas son mujeres) y a la escasa protección legal que se ofrecen a los afectados. Pero además de causar dolorosas quemaduras y cicatrices permanentes, los ataques con ácido suponen para las víctimas un trauma psicológico que les acompañará el resto de sus vidas. También tienen graves repercusiones sociales y económicas para las víctimas, que quedan aisladas y estigmatizadas, y difícilmente serán contratadas en determinados trabajos. En pocas palabras, basta una botella de sustancia corrosiva, que se puede conseguir fácilmente y a bajo costo, y unos pocos segundos, para arruinar la vida de una mujer.

Hasta 2013 no había en el Código Penal ninguna ley específica para este tipo de agresiones, que la Corte Suprema de la India considera peor que el asesinato. Hasta hace unos años los responsables eran acusados de provocar lesiones intencionalmente, cumplían un máximo de un año en prisión y pagaban una multa de 1.000 rupias (11 euros).     Con la Criminal Amendment Act se impusieron sentencias de 7 a 10 años de cárcel, mientras que un fallo de la Corte Suprema de 2015 estableció posteriormente que las víctimas tienen garantizada atención médica gratuita y el autor del ataque debe pagar una cifra cercana a los 4,500 dólares.

Pero la modificación del código penal resulta inútil si no va acompañada de una aceleración de los tiempos de la justicia. Según un estudio realizado el año pasado por el investigador Vidhik Kumar, el 90 % de los casos de ataque con ácido denunciados en un año no llegan a los tribunales hasta 12 meses después, mientras que la tasa de condena fue del 2,45 % en 2016, del 3,39 % en 2017 y del 3,36 %. en 2018. Porcentajes extremadamente bajos debido principalmente a la lentitud de las investigaciones y del sistema judicial. Esto desalienta a las víctimas a hacer la denuncia porque con el paso del tiempo los recuerdos se desvanecen y las pruebas se debilitan, al mismo tiempo que aumentan las costas judiciales a cargo de las víctimas.

La Criminal Amendment Act también prohibió la venta sin receta de diversas sustancias corrosivas (que en la vida cotidiana se utilizan principalmente para limpiar los baños domésticos) y exige que los vendedores lleven registros detallados de los compradores. Sin embargo la Comisión para las Mujeres de Delhi comprobó que en la práctica los ácidos todavía están ampliamente disponibles en botellas de un litro en varias tiendas de la capital por menos de una rupia (0,012 dólares). Y por lo general los comerciantes no tienen idea de lo que exige la ley.

Para cambiar las cosas también es necesario un cambio cultural. Los motivos de las agresiones registradas muestran hasta que punto el problema está relacionado con la cultura patriarcal india. La mayor cantidad de agresiones en todo el mundo ocurren en los países con una gran desigualdad de género, pero la India sigue tienendo una tasa de ataques más alta que otros países con aproximadamente el mismo nivel de brecha de género. En el 76% de los casos el agresor es una persona conocida de la víctima. Los motivos que dan lugar a las agresiones son principalmente: rechazo de propuestas de matrimonio o insinuaciones sexuales, aversión personal, sospecha de una relación extramatrimonial, celos por la belleza o el éxito de la víctima o disputas sobre propiedades con la familia de la mujer (a menudo relacionadas con la dote matrimonial).

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