Cardenal Sako: Benedicto XVI es un 'gran teólogo' y un 'profeta' de las relaciones con el Islam
de Dario Salvi

Para AsiaNews, el patriarca caldeo recuerda al pontífice emérito fallecido esta mañana. Un "hombre de Dios" de rostro "luminoso", que un día será proclamado "doctor de la Iglesia por su legado". La relación de "profunda cercanía" con el mundo musulmán y el apoyo al Sínodo sobre Oriente Medio en 2010.

 


Milán (AsiaNews) - Un pontífice "profético" en su relación con el Islam, un "gran teólogo" con formulaciones "claras y comprensibles" y un pastor "cercano a Irak y Oriente Medio". El patriarca de Bagdad de los Caldeos compartió con AsiaNews sus recuerdos de Benedicto XVI. El card. Louis Raphael Sako fue elegido primado de la Iglesia caldea bajo el pontificado del Papa emérito a fines de enero de 2013, pocos días antes de su histórica renuncia al pontificado. “Por Benedicto XVI -afirma el cardenal- siento un gran aprecio. Es un hombre de Dios, con un rostro luminoso. Probablemente algún día será proclamado doctor de la Iglesia por todo lo que ha aportado en el campo de la teología. ¡Hoy no tenemos un erudito de su envergadura!"

El Papa Ratzinger -sigue diciendo el cardenal Sako- se contactó por teléfono con Bagdad, “para nosotros los cristianos de Oriente Medio fue un gesto de profunda cercanía y atención. Uno de los recuerdos más vívidos que conservamos -continúa- es la visita ad limina [de 2010], cuando era arzobispo de Kirkuk y le propuse celebrar un sínodo para Oriente Medio. Él aceptó inmediatamente con entusiasmo diciendo que 'es una buena idea y le doy mi consentimiento'. Era también un hombre muy humilde y aunque no es bueno hablar tan pronto de santidad, fue un verdadero santo por lo que hizo” por la Iglesia.

En cuanto a la relación con Irak, el card. Sako la define como de "profunda cercanía" y también en las relaciones humanas era "muy atento. Recuerdo que cuando fui elegido patriarca tuvimos una audiencia con él. El Papa no podía hacer largos discursos porque estaba muy cansado, pero me expresó sus mejores deseos. Y mirando a mi hermana me dijo que él también tenía una con la que estaba muy unido y que lamentablemente había fallecido”. El hecho mismo de su renuncia, añade, poco después de aquel encuentro y que "dejó impresionado al mundo entero", supone una "conciencia" del límite humano. “Cuando uno comprende que ya no puede llevar adelante esta responsabilidad -explica- se retira y cede su lugar a otro. Ese es un ejemplo muy claro; ese es un hombre de Dios”.

Por último, la relación con el Islam y la polémica que siguió al famoso discurso de Ratisbona en 2006, que enardeció muchos ámbitos en Europa y Oriente Medio. “Los musulmanes -señala el cardenal Sako- no lo entendieron y se había creado una fuerte tensión. Yo era obispo de Kirkuk en ese momento y sufrí mucho; también sufrimos un terrible atentado, un coche bomba explotó frente a una iglesia y mató a un monaguillo caldeo. Solo más tarde comprendieron que tenía razón y hoy, con el Papa Francisco, se están haciendo grandes progresos, “tanto con el mundo sunita como con el islam chiita, como se desprende de los encuentros con el imán de al-Azhar y el ayatolá al-Sistani. “Esta cercanía -añade- nos ha ayudado mucho a los cristianos de Oriente a continuar con nuestra vida y a fortalecer la convivencia pacífica”.

Benedicto XVI, concluye el patriarca Sako, fue “un hombre de valor, de fe, de oración, capaz de una relación humana profunda, de ninguna manera superficial, fría o distante”. Desde hace días la Iglesia iraquí está rezando por el Papa emérito y seguirá haciéndolo en las próximas horas con misas y oraciones en memoria del papa emérito.