El líder de extrema derecha y ministro de Seguridad israelí visitó la zona rodeado por un nutrido grupo de agentes. El ex primer ministro Lapid condenó la decisión, que sin duda desencadenará más violencia. Para el gobierno palestino se trata de una "provocación sin precedentes". Colonos judíos apoyados por la policía ocuparon tierras pertenecientes al Patriarcado Ortodoxo Griego.
Jerusalén (AsiaNews) – Una “provocación” que ha sido condenada por los palestinos y criticada por el ex primer ministro Yair Lapid. Ampliamente anunciada, no se ha hecho experar la primera "visita" y correspondiente caminata de Itamar Ben-Gvir como ministro de Seguridad al solar donde se encuentra la mezquita de al-Aqsa, pocos días después de la toma de posesión del nuevo gobierno israelí, el más derechista de la historia del país. Los dirigentes palestinos consideran que la decisión podría desencadenar una nueva espiral de violencia cuando acaba de terminar 2022, el año con mayor número de víctimas desde que terminó la Segunda Intifada.
El sitio web Ynet publicó imágenes de Ben-Gvir mientras realizaba una visita al lugar, rodeado por un nutrido contingente de agentes de seguridad. Ese es el tercer lugar de culto más importante del Islam después de La Meca y Medina, pero también es un lugar sagrado para el judaísmo donde, según la tradición, se encuentra el Monte del Templo.
El líder de la oposición israelí y ex primer ministro Lapid comentó inmediatamente la visita y señaló que seguramente está destinada a desencadenar más violencia. En ese lugar solo se permite el culto musulmán y hasta el momento no hay indicios de que Ben-Gvir haya rezado durante la visita. El Ministerio palestino de Relaciones Exteriores ha "condenado enérgicamente la agresión" a la mezquita de al-Aqsa, gesto que considera una "provocación sin precedentes y una peligrosa escalada del conflicto".
La semana pasada se había abierto otro frente de confrontación con los cristianos debido a que colonos judíos -apoyados por fuerzas policiales- tomaron un terreno propiedad de la Iglesia Ortodoxa Griega que se encuentra en Jerusalén Este. El 27 de diciembre vecinos y testigos denunciaron el ataque a una propiedad de unos 5.000 metros cuadrados en el barrio palestino de Silwan, al sur de la Ciudad Vieja, en las primeras horas de la mañana.
Los colonos cercaron el área e instalaron cámaras de vigilancia, bajo la mirada de la policía que los protegía de ataques o protestas. No se hizo esperar la reacción de los vecinos, que acudieron al lugar para tratar de detener la confiscación de los terrenos, pero por toda respuesta fueron agredidos por colonos y policías que arrestaron a tres jóvenes palestinos. “Golpearon a todos, hombres, mujeres y niños” sin distinción, acusa una fuente reproducida por el Wadi Hilweh Information Center.
El terreno es propiedad del Monasterio Ortodoxo Griego de Silwan, que forma parte del Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén.