Beirut, el Card. Raï se encuentra con Hezbollah: un paso hacia el nombramiento del nuevo presidente
de Fady Noun

Tras meses de tensiones y enfrentamientos (verbales), las dos partes se reunieron en los primeros días del año. El líder político Ibrahim Amine el-Sayed encabezó la delegación del partido chiíta. El tema central de las conversaciones fue el futuro jefe de Estado y la necesidad de retomar el diálogo. No hay veto -de palabra- de ninguna de las partes sobre nombres y candidatos; la posibilidad de una conferencia internacional quedó en segundo plano.

 


Beirut (AsiaNews) - Un paso en dirección a un acuerdo sobre la elección del futuro presidente de la República, tras meses de estancamiento y bloqueo político e institucional, que han tenido serias repercusiones en el país, la economía y la sociedad. El pasado 2 de enero el cardenal patriarca maronita. Beshara Raï se reunió con una delegación de alto nivel de Hezbollah, encabezada por el jefe del consejo político del partido chiita Ibrahim Amine el-Sayed (en la foto).

El tono conciliador y la plena disposición para estrechar contactos en este momento crucial para la vida de la nación podría ser el resumen del clima  que caracterizó el encuentro. Según fuentes cercanas a ambas partes, los dos temas principales en torno a los cuales se desarrolló el encuentro y se tocaron en reiteradas oportunidades fueron la elección del jefe de Estado y la necesidad de retomar el diálogo entre los dos frentes.

El patriarca Raï y Hezbolá han acordado considerar el fin del mandato presidencial como el paso obligado hacia una salida total de la crisis. Con respecto a este punto el cardenal reiteró a sus visitantes que Bkerké no pone ningún veto sobre el candidato, ni sobre el líder de los Marada, Sleiman Frangié, candidato declarado y apoyado por Hezbollah, ni sobre el comandante del ejército Joseph Aoun, ni sobre ninguna otra figura propuesta..

A cambio, Hezbollah se comprometió con el patriarca maronita a no proceder a la elección presidencial sin la aprobación o el apoyo de los partidos cristianos, y en primer lugar de la sede patriarcal maronita. Sabiendo muy bien, además, que en este momento la sede no apoya a ninguna de las dos grandes alineaciones parlamentarias que representan a los cristianos: el Movimiento Patriótico Libre (MPL) y las Fuerzas Libanesas.

Según una fuente de la delegación de Hezbollah reproducida por Scarlett Haddad de L'Orient-Le Jour, "este partido no aceptará ningún escenario que pueda hacer que los cristianos se sientan excluidos del proceso de elección presidencial" y que concierne "en primer lugar a su comunidad".

Al mismo tiempo, el patriarca Raï también pidió a Hezbolá que ya no se conforme con colocar un voto en blanco en las urnas, porque en un sistema democrático como debe ser el Líbano, se debería votar por un nombre. De manera que el candidato que obtiene el mayor número de votos pueda ser elegido. Hezbollah, según la fuente citada anteriormente, respondió que "su preferencia es que haya un acuerdo preliminar entre las distintas partes, antes de proceder a la votación" de cualquier candidato.

Pese a las diferencias, el partido chiíta ha acogido con satisfacción la posición del patriarca, ya que ha asegurado que la sede patriarcal maronita no vetará la elección de Sleiman Frangié. A cambio, el cardenal recibió garantías de que el partido pro iraní no vetará la candidatura del jefe del ejército, el general Joseph Aoun.

El sillón presidencial está vacante desde el pasado 31 de octubre. En todo este tiempo se han celebrado 10 sesiones parlamentarias para elegir al sucesor, pero ninguna de ellas ha conseguido elegir al nuevo jefe de Estado que debe ocupar el lugar de Michel Aoun, considerando que el candidato debe obtener 85 votos en la primera ronda y al menos 65 en la segunda. Pero ninguno de los candidatos que se presentaron hasta el momento ha conseguido reunir el número de votos y el quórum necesarios para proceder a la elección.

En cuanto a la campaña del patriarca maronita a favor de la organización de un congreso internacional, parece que la cuestión no ha sido objeto de discusión, al menos a nivel explícito. Sin embargo, la delegación de Hezbollah opinó que "el destino del Líbano no debe depender de acontecimientos regionales e internacionales", porque entonces la solución correría el riesgo de "requerir demasiado tiempo". Entre otras cosas porque "por el momento no hay ningún indicios de que una parte, regional o internacional, esté claramente a favor de una conferencia de este tipo".