William Noun, la explosión del puerto de Beirut y la "decadencia" de la justicia
de Fady Noun

El activista fue detenido (luego puesto en libertad bajo fianza) por protestar contra la paralización de la investigación del incidente, que duró 14 meses. Es hermano de una de las 235 víctimas. La solidaridad de un imán y del Patriarca Raï, que denunciaron las prácticas del Estado policial (de memoria siria) y una justicia basada en la "venganza". 


Beirut (AsiaNews) - Todo el Líbano contuvo la respiración por él y creyó que regresaba al régimen policial instaurado por Siria en los años noventa, tras Taëf y la guerra civil. Sin embargo, una movilización popular tan inesperada como espontánea pudo superar la confabulación entre la policía y cierta parte del poder judicial, al servicio del poder político. El activista William Noun fue detenido el 13 de enero por los servicios de Seguridad del Estado, tras una llamada telefónica informal que le notificaba la orden de detención. Es una de las principales figuras del colectivo de víctimas de la explosión del puerto de Beirut del 4 de agosto de 2020 (235 víctimas constatadas). Su hermano, un bombero, figura entre los fallecidos en la tragedia. Fue puesto en libertad la tarde del día siguiente, hecho que se produjo también gracias a una masiva movilización popular a la que se sumaron diputados, el imán de la mezquita de Jbeil y el Patriarca maronita. 

El 14 de enero, una impresionante multitud desafió a la lluvia reuniéndose frente a la Jefatura de Seguridad, donde el activista permanecía detenido desde el día anterior. Gracias a las cadenas de televisión que dieron una visibilidad excepcional a esta sentada hasta altas horas de la noche, William Noun fue finalmente liberado, aunque el procedimiento estipulaba que tendría que pasar al menos dos noches más detenido. Su madre, Zeina Noun, y el diputado Melhem Khalaf, ex presidente del Colegio de Abogados de Beirut, también durmieron en el lugar, negándose a dejarlo solo. El activista está acusado de haber roto algunas ventanas del tribunal de Beirut el 10 de enero durante una protesta contra la paralización de la investigación -que lleva 14 meses estancada- y de haber amenazado verbalmente con utilizar "dinamita" contra el propio tribunal en caso de producirse otro bloqueo.

Tras ser recibido con una ovación, William Noun desvió inmediatamente la atención de la multitud de su persona hacia lo realmente importante: la investigación de la explosión del 4 de agosto de 2020. "Queremos la verdad sobre la explosión que costó la vida a mi hermano, nada más", dijo. Al respecto, ya es de dominio público que la investigación para identificar a los autores de este crimen colectivo está siendo obstruida por el tándem chií, la cúpula de Hezbolá, mediante excepciones e impedimentos de forma y fondo contra el juez instructor Tarek Bitar.

Refiriéndose al procedimiento de detención arbitraria, el líder del partido Kataëb, Sami Gemayel, denunció una medida intimidatoria que delata una politización del poder judicial. La víctima", dijo, "está en la cárcel, mientras que los agresores se pasean libres e impunes". 

Hasta la fecha se sabe que el juez Bitar ha dictado órdenes de detención contra varios ministros de Transportes, en particular dos miembros del movimiento Amal, lo que suscitó llamamientos a la legítima sospecha de los propios acusados. Lo absurdo de la situación queda aún más claro cuando sabemos que el Director de la Seguridad del Estado, Tony Saliba, fue procesado en la investigación por incumplimiento de deberes inherentes a su cargo. Sin embargo, su comparecencia quedó en suspenso por las medidas de incompetencia levantadas de forma arbitraria e injustificada contra Bitar, y por la evidente falta de voluntad por echar luz sobre el asunto, que emerge de esas mismas partes que en realidad están implicadas de forma más o menos directa en la explosión.

Raï y la decadencia de la justicia

"Nuestro querido William Noun fue detenido, él que ya había sido profundamente herido por la pérdida de su hermano en la explosión del puerto de Beirut. Asistimos a una verdadera decadencia de la justicia [...] que se ha convertido sólo en un medio de venganza, de maldad y de odio [...]; las fuerzas de seguridad ejercen prácticas policiales", denunció el jefe de la Iglesia maronita, Card. Beshara Raï, durante la homilía de la misa dominical celebrada ayer en Bkerké.

Acusando a las "potencias fuertes" de intentar arrebatar a los maronitas algunos puestos clave que les corresponden por derecho, el Patriarca planteó a continuación una pregunta: "¿Cómo es posible", dijo en resumen, "que ningún satélite sobrevolara la cuenca oriental del Mediterráneo y el Líbano en la tarde del 4 de agosto de 2020 (a las 18.07 hora local), sabiendo que la explosión de nitrato de amonio estaba clasificada entre las explosiones no atómicas más fuertes de la posguerra?". Lo que el Patriarca desea subrayar es la falta de cooperación a nivel internacional para ayudar al Líbano a comprender cómo se produjo realmente la explosión. Sabiendo, además, que algunos acusan a Israel de haber disparado un misil contra el hangar donde se almacenaba el nitrato de amonio y que Beirut pidió, en vano, fotos del puerto en el momento de la explosión. 

Por último, William Noun volvió a comparecer hoy con otras nueve personas por los altercados de la semana pasada con las fuerzas policiales frente al Palacio de Justicia. El grupo quedó en libertad bajo fianza, sin más consecuencias.