Beijing no podrá comprar todo el gas que Rusia no vendió a Europa

Los chinos han duplicado sus compras a Rusia, pero los valores distan mucho de los que pagaba Europa. La UE y Gran Bretaña han reducido las importaciones de hidrocarburos rusos en respuesta a la agresión de Putin contra Ucrania. El Kremlin tiene problemas similares con la venta del petróleo.

 


Beijing (AsiaNews) - Según datos de su Departamento de Aduanas, China duplicó, en términos monetarios, sus compras de gas ruso el año pasado: 6.800 millones de dólares frente a los 3.900 millones de 2021 que el Kremlin pudo utilizar para financiar la guerra contra Ucrania. Sin embargo, las ventas siguen estando lejos de las que perdió en Europa.

Al igual que la monopólica empresa estatal rusa Gazprom, las autoridades chinas no han especificado los volúmenes adquiridos. El tema es delicado ya que Rusia busca desesperadamente mercados alternativos para compensar la pérdida del europeo. Debido a la agresión contra Kiev, la Unión Europea y Gran Bretaña han impuesto una serie de sanciones al Kremlin y límites a las importaciones de hidrocarburos rusos.

Sobre el total importado en 2022 por los países de la Unión Europea, la cuota de gas procedente de Rusia pasó del 45% en 2021 al 7-8%. Hace dos años los rusos suministraron a la UE 155 mil millones de metros cúbicos (bcm); los chinos compraron 16,5 bcm.

Si bien China compró sin duda mayores volúmenes de gas ruso (a precios reducidos) en 2022, los cálculos indirectos muestran que están lejos de cubrir la demanda europea. Según datos de Gazprom, las exportaciones de combustible fósil fuera de la antigua zona soviética se redujeron de 185 bcm en 2021 a alrededor de 101.

China importó hace dos años más de 160 millones de bcm de gas para una demanda de 372 bcm: con los números en la mano, para cubrir las pérdidas europeas, la Rusia de Putin debería convertirse en el único proveedor de gas del gigante asiático.

En el mejor de los casos, los suministros de Moscú a Beijing podrían llegar a poco menos de 100 bcm en 2030. Para esa fecha, Power of Siberia, actualmente el único gasoducto que lleva gas ruso a China, alcanzará su máximo potencial de 38 bcm anuales y probablemente el Kremlin habrá completado una segunda línea siberiana de 50 bcm; a los dos gasoductos habría que añadir el gas natural licuado que se transporta por mar desde la península rusa de Sajalín.

Lo mismo ocurre con el petróleo ruso. Con la entrada en vigor de un precio tope el mes que viene y la consiguiente congelación de las ventas anunciada en respuesta por el Kremlin, las compras de crudo de la UE a Rusia se reducirán a cero. China, India y Turquía compran en conjunto la misma cantidad de petróleo ruso que los países de la UE. Sin embargo, como observa el Expediente Rusia del Instituto Kennan, los tres países mencionados lo hacen a precios muy rebajados: en promedio más de 30 dólares menos por barril que el valor de referencia global Brent.