Pakistán, los ahmadíes en la mira de extremistas y policías. Atacan y demuelen sus lugares de culto
de Shafique Khokhar

El último episodio tuvo lugar el 18 de enero en Karachi, cuando atacaron la sede y provocaron destrozos en el minarete. En diciembre, la policía había atacado a otra comunidad en Gujranwala. Grupos radicales piden que se apliquen contra la minoría  las leyes sobre la blasfemia. Activistas cristianos y ahmadíes reivindican el derecho a la libertad religiosa y el respeto de los tratados.

 


Toba Tek Singh (AsiaNews) - La minoría ahmadí se encuentra una vez más en la mira de los grupos extremistas en Pakistán, que atacan y derriban sus lugares de culto. El último episodio ocurrió el 18 de enero en Karachi, donde atacaron la sede de la comunidad local a las 3.45 de la tarde. Algunos hombres armados con palos se reunieron frente al ingreso coreando consignas y amenazas, luego saltaron la cerca y saquearon el interior, destrozando el minarete. Un ahmadí, Zaheer Ahmed, que estaba presente en el momento de la agresión, presentó una denuncia en la policía, pero hasta el momento no se ha tomado ninguna medida y los agresores siguen impunes.

El 7 de diciembre pasado las autoridades ya habían ordenado que se derribara el minarete de un lugar de culto ahmadí en Baghbanpura (Gujranwala, Punjab). Las fuerzas policiales rodearon el edificio y apagaron el alumbrado de la zona antes de proceder a la demolición. El 12 de septiembre el movimiento islamista Tehreek-e-Labbaik denunció los centros de oración de esta minoría porque los considera "ilegales" y a los fieles culpables de "blasfemia" según el artículo 295-C del Código Penal. Otro de los lugares de culto ahmadíes que están en la mira de los extremistas y corren peligro de ser blanco de los ataques se encuentra en la aldea de Aadha, en Gojra (escenario de un sangriento operativo contra los cristianos en 2009, en el que quemaron vivos a algunos habitantes). Fue construido en 1964 y tiene capacidad para 100 personas; también en este caso la policía ordenó la demolición del minarete.

Los ahmadíes (cerca del 2% de la población de Pakistán) son un movimiento religioso inspirado en el Islam que nació a fines del siglo XIX. Su fundador, Mirza Ghulam Ahmad, afirmaba ser un profeta posterior a Mahoma, razón por la cual los sunitas los consideran herejes. Son la comunidad más perseguida del país. Según un informe de 2018, entre 1984 y 2017, 260 fieles fueron asesinados, 27 lugares religiosos demolidos, otros 33 cerrados, 22 incendiados o dañados y 17 ocupados por la fuerza.

En diálogo con AsiaNews, Aamir Mehmood, activista ahmadí, denunció el "sufrimiento" que padece la minoría y reclamó con fuerza el derecho a la "libertad religiosa". Sin embargo, añadió, “la policía le tiene miedo a los fundamentalistas y por eso ataca a los ahmadíes, que son un blanco débil. El país vive la peor crisis económica de su historia, pero la policía y los fundamentalistas prefieren ensañarse con las minorías indefensas”.

Muchas voces condenan los ataques, entre ellas el activista cristiano Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan (HRFP), quien trabaja para que se ponga fin a "las violaciones contra las minorías, como los ahmadis, cristianos e hindúes". Walter agrega que "el Estado debe actuar con rapidez contra las atrocidades y concentrar la atención en el desarrollo, la estabilidad económica y la promoción y aplicación de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, de acuerdo con la visión del fundador de Pakistán [Mohammad Ali Jinnah] y los tratados y compromisos firmados con la comunidad internacional".