Sri Lanka celebra sus 75 años de independencia reprimiendo a los manifestantes
de Melani Manel Perera

La Iglesia católica y las asociaciones estudiantiles protestaron contra el gasto de 200 millones de rupias en la ceremonia. Un activista liberado en los últimos días denunció la violencia policial. El Cardenal Ranjith: "Ciudadanos prisioneros de la pobreza y de una dictadura brutal".


Colombo (AsiaNews) - En el parque urbano Galle Face Green se celebraron hoy los festejos del 75 aniversario de la independencia de Sri Lanka, los primeros desde que el presidente Ranil Wickremesinghe fue elegido para dirigir el gobierno. Sin embargo, la Iglesia local se opuso y criticó los exorbitantes gastos de la ceremonia. Por su parte, la policía reprimió violentamente las manifestaciones de los activistas.

"Nuestro 75° aniversario de independencia del dominio colonial británico coincide con un momento extremadamente crítico y difícil para el país", subrayó Wickremesinghe en su mensaje a la nación. "Es un momento decisivo. Pero representa una oportunidad no sólo para revisar nuestros puntos fuertes y logros como nación, sino también para corregir nuestros errores y fracasos."

Sri Lanka está atravesando su peor crisis económica desde la independencia, con un tipo de cambio frente al dólar estadounidense que ha bajado de 182 a 360 rupias.

La Iglesia católica afirmó que los ciudadanos esrilanqueses "se convirtieron en prisioneros de la pobreza y de una dictadura brutal". El arzobispo de Colombo, el cardenal Malcolm Ranjith, emitió un comunicado donde afirma que "los políticos no han sabido encontrar soluciones prácticas a la crisis. Un Gobierno que no tiene dinero para traer medicinas al país gasta 200 millones de rupias (500.000 euros) para celebrar la independencia con gran orgullo".

"Debemos reflexionar sobre cómo el país se encamina hacia la miseria por culpa de gobernantes egoístas y ávidos de poder que dirigieron nuestro país durante los últimos 75 años", prosigue la declaración.

La Conferencia de Superiores Religiosos Mayores de Sri Lanka (CMRS) organizó esta mañana una breve protesta silenciosa frente al Centro para la Sociedad y la Religión (CSR), en la que desplegaron una pancarta en la que se leía "¿Dónde está la libertad? La libertad no pertenece a los políticos, sino a los ciudadanos".

El padre Rohan De Silva, director del CSR, dijo que "después de saquearlo todo, después de destruirlo todo, ¿cómo es que sólo queda la libertad? Nos oponemos a esta ceremonia que costó 200 millones de rupias".

Anoche, la policía de Sri Lanka junto con la unidad antidisturbios atacó a manifestantes que protestaban pacíficamente según los principios de la satyagraha, el método de oposición política propugnado por Gandhi. "Frente al teatro Maradana Elphinstone, por la tarde nos sentamos en el suelo con los niños, pero por la noche, después de las 22.00 horas, fuimos duramente atacados con cañones de agua y gases lacrimógenos. Hubo heridos", declararon a AsiaNews varias personas presentes en la manifestación.

Los activistas fueron apaleados y algunos jóvenes que participaban en la satyagraha fueron perseguidos y golpeados. Una mujer y tres hombres fueron detenidos. También dijeron que uno de ellos se encuentra en estado crítico y hasta ahora no ha recibido tratamiento médico. A los abogados tampoco se les permitió contactarlos para tener información. 

"He visto muchos vídeos y todos muestran a la policía atacando a manifestantes pacíficos. Incluso cuando los manifestantes huyen, los persiguen y los atacan. Está claro que el objetivo no es sólo dispersar, sino castigar. La agresividad y la brutalidad son evidentes. Según la ley de Sri Lanka, esto es tortura", explicó Ambika Sathkunanathan, activista de derechos humanos y uno de los excomisarios de la Comisión de Derechos Humanos de Sri Lanka.

Wasantha Mudalige, presidente de la Federación Interuniversitaria de Estudiantes (IUSF), que fue liberado recientemente después de 167 días de detención, también acusó a la policía de Sri Lanka. Afirmó que probablemente el objetivo era mantenerlos encarcelados más tiempo o matarlos. A Mudalige le vendaron los ojos con un trapo y lo llevaron a la orilla del río, cerca del Nawagamuwa Devalaya, a las afueras de la capital, Colombo. Reveló que uno de los agentes dijo por teléfono: "Señor, llegamos al lugar. ¿Qué hacemos ahora?" El activista quedó en libertad el 31 de enero en virtud de la Ley de Prevención del Terrorismo y se le concedió la libertad bajo fianza por otros tres casos.