Monseñor Cui Tai, detenido y liberado durante 16 años. Fieles piden acabar con las detenciones ilegales
de Sheng Xiong

Detenido sin motivo. No se sabe nada de él desde la primavera de 2021. Los fieles de la diócesis de Xuanhua sienten la falta de su pastor. Críticas al gobierno por utilizar medios coercitivos e inhumanos contra religiosos enfermos. Las autoridades adoptan ciegamente presiones políticas y coercitivas.


Beijing (AsiaNews) - Desde 2007, hace casi 16 años, Mons. Augustine Cui Tai, obispo de la diócesis de Xuanhua (Hebei), está detenido ilegalmente por las autoridades, sin motivo ni procedimiento legal alguno. En los últimos años, las autoridades le concedían breves visitas a sus parientes ancianos cada Fiesta de Primavera (Año Nuevo Lunar) o de Medio Otoño. Sin embargo, desde que se llevaron al clérigo en la primavera de 2021, no ha vuelto a casa, y los fieles no tienen forma de saber nada sobre su paradero o cómo se encuentra. Monseñor Cui, de 71 años, tiene el reconocimiento de la Santa Sede, pero no del gobierno chino.

A principios de 2013, después de una consulta y una minuciosa verificación por parte del Vaticano, el Papa Benedicto XVI aprobó y nombró a monseñor Cui obispo auxiliar de la diócesis de Xuanhua. En abril del año siguiente fue ordenado obispo coadjutor, pero entonces el obispo ordinario, Thomas Zhao Kexun, le confió plena autoridad para dirigir la diócesis. En 2018, el obispo Zhao falleció en su escondite a la edad de 94 años debido a la vejez y al deterioro físico. Según el derecho canónico, el obispo Cui se convirtió automáticamente en obispo ordinario de la diócesis.

Fuentes de AsiaNews señalan que este año coincide con el 10º aniversario de la ordenación de Mons. Cui. Los fieles de la diócesis sienten la falta del pastor encarcelado y, aunque no tienen noticias del obispo, todos los días rezan sinceramente por su salvación, esperando que pueda volver a estar entre ellos lo antes posible.

Otras fuentes critican la brutalidad de las autoridades gubernamentales, que utilizan medios coercitivos e inhumanos para tratar a los religiosos enfermos, justo cuando las relaciones entre China y el Vaticano parecen mejorar. Las autoridades adoptan ciegamente presiones políticas y coercitivas, sin actitud de diálogo entre iguales ni sinceridad para resolver los problemas. Fuentes de AsiaNews esperan que más personas presten atención y comprendan la situación actual de la Iglesia china y pidan a las autoridades que pongan fin a la detención ilegal del obispo Cui y liberen incondicionalmente al prisionero lo antes posible.