En caso de un ataque chino a Taipei, declaró el Comandante del Cuerpo Patrick Berger. Un nuevo regimiento operará desde las islas del sur de Japón en 2025. Posible uso de drones asesinos para bloquear las maniobras navales de Beijing. El primer ministro británico, presionado para considerar a China "una amenaza".
Taipei (AsiaNews) - Los marines estadounidenses podrían ser desplegados en el estrecho de Taiwán en caso de un ataque chino contra Taipei. Así lo declaró ayer a Nikkei Asia Patrick Berger, comandante del cuerpo militar estadounidense.
En un cambio de estrategia para frenar el ascenso geopolítico de China en el Pacífico occidental, el Pentágono anunció el mes pasado la creación de un nuevo regimiento de marines para 2025: 2.000 efectivos que se dispersarán en las islas Ryūkyū, en el extremo sur de Japón.
Estarán equipados con armas ligeras para poder desplazarse rápidamente de una isla a otra. Con misiles antibuques y antiaéreos, drones y sensores para la obtención de inteligencia deberán mantener a distancia a las fuerzas navales chinas, impidiéndoles salir del Mar de China Oriental.
Las Ryūkyū se extienden a 125 km de la costa oriental de Taiwán. En respuesta a la visita a Taipéi de Nancy Pelosi (entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU) en agosto, los chinos realizaron "ejercicios" con misiles al noreste de Taiwán, en un área que se solapa con la zona económica exclusiva japonesa, en las proximidades de las islas Sakishima. En dos de ellas, Yonaguni y Miyako, hay bases de las Fuerzas Armadas japonesas; en una tercera, Ishigaki, se está construyendo un puesto de avanzada con sistemas de misiles tierra-aire y antibuque.
Berger subrayó el posible uso de drones asesinos junto con misiles antibuque para bloquear cualquier operación naval de las fuerzas chinas entre Taiwán y las islas japonesas al norte y las filipinas al sur.
Según el gobierno chino, Taiwán es una provincia rebelde que debe recuperar incluso mediante el uso de la fuerza. Por su parte, según el Taiwan Relations Act, Estados Unidos está comprometido a defender la isla. El acta, adoptada en 1979 después del reconocimiento diplomático formal de la China comunista, no especifica la naturaleza real del compromiso de Washington con Taipei: una "ambigüedad estratégica" que produce continuas tensiones con Beijing.
Mientras tanto, el debate sobre qué respuesta dar en caso de una invasión china a Taiwán también se aviva en Gran Bretaña. Hoy en Tokio, en su primer discurso desde que perdió su puesto de primera ministra, Liz Truss pidió a su sucesor, Rishi Sunak, que adoptara un enfoque más duro con China, especialmente con respecto a su amenaza a Taipei. El primer ministro británico está presionado para que considere a Beijing una "amenaza" y no simplemente un "desafío sistémico".