Islamistas desfilan provocativamente en Terengganu con espadas y lanzas (falsas)
de Steve Suwannarat

El desfile fue organizado ayer por el movimiento juvenil del Parti Islam Se-Malaysia (PAS), partido derrotado en las elecciones de noviembre. Después de la manifestación, el ministro de Desarrollo Islámico pidió a los musulmanes que no se involucraran en actividades divisorias. Los musulmanes representan el 63,5% de la población y los ciudadanos de etnia malaya el 51%.


Kuala Lumpur (AsiaNews) - El malestar y la controversia se multiplican hoy en Malasia después de que miembros del movimiento juvenil del partido islamista y pro-malayo Parti Islam Se-Malaysia (PAS) marcharan ayer en Setiu Terengganu, en el estado peninsular de Terengganu, vestidos con túnicas verdes de inspiración guerrera medieval llevando escudos, lanzas y espadas (falsas). En la procesión también desfiló un vehículo coronado con una enorme espada.

Una manifestación de adhesión al islam militante (el color verde identifica al PAS, pero también a la religión islámica en general) dentro de un evento de dos días al que asistió el líder del partido, Tan Sri Abdul Hadi Awang, conocido por sus discursos provocadores hacia otras confesiones y grupos étnicos, también acusado recientemente de ser el causante de la corrupción del país.

El PAS (que perdió las elecciones de noviembre) siempre ha hecho hincapié en la supremacía de los malayos musulmanes sobre los demás componentes étnicos y religiosos de Malasia, a pesar de que los malayos representan el 51% de la población y los musulmanes el 63,5% del total. Los malayos gozan de plenos derechos constitucionales, mientras que los no malayos, y más aún los no musulmanes, sufren algún tipo de discriminación.

Sin embargo, sigue existiendo un sentimiento generalizado de pertenencia, y el concepto de armonía social suele ocupar un lugar central en los programas electorales, incluido el del actual primer ministro Anwar Ibrahim, que ganó las elecciones respaldado por la coalición reformista Pakatan Harapan (Alianza de la Esperanza).

Después de la manifestación de ayer, el ministro de Desarrollo Islámico, Mohd Na'im Mokhtar, publicó un comunicado condenatorio en el que pedía a los musulmanes que no se implicaran en acciones que pudieran fomentar la división y la incomprensión en la comunidad.

Pero el islamismo no sólo busca jugar la carta étnica y religiosa a su favor, sino también alimentar su relación con grupos extranjeros: en el caso del PAS, los vínculos con los Hermanos Musulmanes son estrechos e históricos.

No parece que la manifestación de Setiu Terengganu haya sido capaz de suscitar consenso en la opinión pública. Al contrario, en las redes sociales hay quienes acusaron al PAS de una actitud provocadora al evocar acontecimientos negativos del pasado, y quienes lo criticaron por difundir un mensaje ambiguo, quizá a favor del arraigo del Isis en Asia, sin querer expresarlo abiertamente.