Según un nuevo relevamiento, la cifra supera el 60%. Una reciente simulación de guerra muestra que EE. UU. y Japón podrían evitar un ataque chino, pero a un costo muy alto. El ejército de China está aprendiendo de los errores de los rusos en Ucrania. Taipei confía en el obstáculo natural del Estrecho de Taiwán.
Taipei (AsiaNews) - Más del 60% de los taiwaneses están decididos a luchar en caso de una invasión de China. Así lo revela un nuevo estudio realizado por un investigador de la Academia Sinica. Josh Wenger hace notar que la cifra es una de las más altas de los últimos 30 años tomando como referencia las encuestas sobre la disposición de la población a defender a su patria en caso de amenazas externas.
El resultado de la investigación contradice la narrativa predominante, según la cual los habitantes de Taiwán no arriesgarían su vida si se produce un ataque chino. Esa convicción contrapone la actitud potencial de los taiwaneses con la de los ucranianos: en Ucrania la población ha mostrado una unidad de propósito casi total en su voluntad de luchar para rechazar la agresión rusa.
Según el gobierno chino, Taiwán es una provincia rebelde que debe reconquistar incluso con el uso de la fuerza. Por su parte, en virtud de la Taiwan Relations Act, Estados Unidos se ha comprometido a defender a Taipei.
Basándose en la reciente simulación de una invasión china de la isla en 2026, el centro de estudios japonés Sasakawa Peace Foundation ha llegado a la conclusión de que la intervención de las fuerzas estadounidenses y japonesas podría evitar el éxito de la operación china, pero a costos muy altos para Tokio y Washington.
Por el contrario, como informa Taiwan News, el analista Chieh Chung de la National Policy Foundation de Taipei afirma que los chinos están aprendiendo de los errores cometidos por los rusos en Ucrania y que podrían lograr una rápida victoria en caso de ataque.
A esta afirmación el ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, respondió que las fuerzas armadas nacionales lucharán hasta el último hombre, y que, para ganar, los chinos tendrán que superar primero el enorme obstáculo del Estrecho de Taiwán.