Jinderis, miles protestan en las calles por el asesinato de cuatro kurdos a manos de pro-turcos

Los cuatro civiles fueron atacados cuando encendían una hoguera para celebrar el Nowruz. El atentado fue perpetrado por un grupo separatista apoyado por Ankara. El atentado ha reavivado las tensiones entre facciones enfrentadas en una zona disputada desde hace tiempo entre kurdos, grupos anti-Assad y movimientos cercanos a Turquía. HRW: la zona es escenario "de violaciones de los derechos humanos desde hace cinco años".


Alepo (AsiaNews) - Miles de kurdos sirios salieron a las calles en la ciudad de Jinderis para manifestarse contra el asesinato de cuatro civiles a manos de un grupo rebelde armado apoyado por Turquía. El incidente, ocurrido hace pocos días, amenaza con elevar el clima de tensión en una zona que desde hace tiempo está en el punto de mira de Ankara. De hecho, Turquía ha amenazado en repetidas ocasiones con una operación militar terrestre. Y al mismo tiempo, ha frustrado los tímidos intentos de cooperación entre las partes tras el devastador terremoto del 6 de febrero. 

El hecho se produjo la noche del 20 de marzo, cuando unos hombres encendieron una hoguera para celebrar el Año Nuevo (la fiesta de Nowruz). Es muy probable que los atacantes que dispararon contra los kurdos pertenezcan a Jaish al Sharqiya, un grupo separatista que en el pasado perteneció a Ahrar Sharqiya, que luchó con Damasco en el conflicto sirio y era apoyado por Turquía. Sin embargo, el Ejército Nacional Sirio (alianza que agrupa a movimientos vinculados a Ankara) se apresuró a condenar el atentado y las muertes y prometió llevar a los autores ante la justicia, en un intento de desactivar una escalada armada.

Tras el atentado, y las consiguientes protestas callejeras, se reavivaron las tensiones entre los grupos armados -apoyados por Turquía- que controlan la zona y a la población, cuya inmensa mayoría pertenece a la minoría kurda. El enfrentamiento ha avivado la lucha de poder entre las diversas facciones armadas rivales, que reclaman el dominio de diferentes partes del noroeste de Siria

En cuanto a Jinderis, la ciudad estuvo en manos kurdas hasta 2018, cuando milicias combatientes pertenecientes a la oposición pro-turca se apoderaron de la zona, actualmente bajo su control. La toma de la ciudad provocó el desplazamiento de muchos kurdos. Los que se quedaron, denuncian casos de violencia, maltrato y un clima de discriminación.

Ante los ataques de Jaish al-Sharqiya, los kurdos locales han pedido ayuda a Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que conserva milicianos en el área. Para Estados Unidos y el bloque occidental, HTS es un grupo terrorista debido a sus vínculos históricos con Al Qaeda, pero para la población local (kurda) es preferible a las milicias combatientes apoyadas por Turquía. Un apoyo confirmado también por la reunión de los últimos días entre familiares de las cuatro víctimas y el líder Abu Mohammed al-Golani, quien prometió venganza por los asesinatos, asegurando que no quedarán impunes.

Adam Coogle, director adjunto de Human Rights Watch (HRW)  para Oriente Medio, dijo que "estas muertes se producen tras más de cinco años de violaciones de los derechos humanos perpetradas por las fuerzas turcas y las facciones locales sirias" apoyadas por Ankara. "Turquía", concluye el experto, "ha permitido que estos combatientes abusen impunemente de las personas que viven en las zonas bajo su control, arriesgándose a convertirse en cómplices de facto de las violaciones".