Nueva Iglesia ortodoxa en Lituania: pasa de MoscĂș a Constantinopla
de Vladimir Rozanskij

El Patriarca Ecuménico Bartolomé I apoya la creación de una nueva jurisdicción eclesiástica en suelo lituano: otorgará autonomía a los ortodoxos lituanos que ya no quieren depender del Patriarcado de Moscú . El hecho marca una analogía con la Iglesia autocéfala ucraniana fundada en 2018. Una respuesta al apoyo del Patriarca Kirill a la guerra de Putin contra Ucrania.


Moscú (AsiaNews) - El Patriarca ecuménico Bartolomé I visitó Vilna y respaldó la idea de formar una nueva jurisdicción eclesiástica ortodoxa en Lituania, dependiente del Patriarcado de Constantinopla -una analogía con la Iglesia autocéfala ucraniana creada en 2018. La declaración acompañó la firma de un acuerdo de cooperación más estrecha con el Gobierno lituano, junto con la primera ministra local, Ingrida Šimonite.

En este caso, se trataría de una estructura menos definitiva, un "exarcado" que permitiría a los ortodoxos lituanos actuar con relativa autonomía, pues ya no quieren depender de Moscú. Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, las posturas de los ortodoxos del país báltico han sido claramente contrarias a Moscú y a las justificaciones bélicas del Patriarca Kirill.

Hasta ahora, el metropolita de Vilna, Innokentij (Vasil'ev), vacilaba entre la separación de Moscú y la sumisión al patriarcado: de hecho, había presentado una solicitud de cambio de estatuto, con el fin de obtener una mayor autonomía como exarcado moscovita, o incluso la autocefalia permaneciendo en comunión con el patriarcado. El sínodo ruso aplazó la decisión y optó por discutirla en el próximo concilio local de toda la Iglesia patriarcal.

Algunos sacerdotes ortodoxos lituanos no quisieron esperar a tales procedimientos y se desvincularon de la metrópoli. Como consecuencia, fueron reducidos al estado laical por Innokentij, pero Bartolomé volvió a acogerlos como sacerdotes constantinopolitanos, de ahí la necesidad de establecer un exarcado de Vilna para ellos. Los cinco sacerdotes oficialmente readmitidos, a los que seguirán otros, son los padres Vladimir Seljavko, Vitaljus Motskus, Vitalis Dauparas, Gintaras Sungajla y Georgij Ananiev -de etnia mixta, ruso-lituana.

El Patriarca Ecuménico aseguró: "Apoyamos a los sacerdotes y fieles que no aceptan las posiciones de Moscú". Bartolomé declaró también que "la Iglesia ortodoxa rusa comparte la responsabilidad de la guerra" junto con los dirigentes del Estado moscovita, especialmente por "el espantoso secuestro de niños", y por ello todo diálogo interreligioso debe "centrarse en las formas de oponerse al patriarcado de Moscú".

Además, según el primado "inter pares" de la Ortodoxia, el nuevo exarcado "restablecería la justicia histórica", pues se remonta a la metrópoli de Lituania que existió entre los siglos XII y XIV. En la época de la invasión tártaro-mongola, algunos principados de la Rus de Kiev se refugiaron bajo la protección del principado de Vilna, que dio origen al reino de Lituania y Polonia, donde existía una jurisdicción ortodoxa rusa dependiente de Constantinopla. En algunas fases de la convulsa historia de aquellos siglos, el metropolitano de Vilna llegó a ostentar temporalmente el título de Kiev, ciudad madre que fue destruida por los tártaros de aquella época.

Al comentar las palabras de Bartolomé, Šimonite destacó que son "naturales y muy humanas". Tras la agresión contra Ucrania, acción que fue apoyada por el patriarcado moscovita, "no se puede permanecer en conflicto con la propia conciencia, estando atado a Rusia". De todos modos, dijo, "se trata de una decisión de la Madre Iglesia constantinopolitana, en la que no tenemos ninguna intención de interferir".

Šimonite y el Presidente lituano Gitanas Nauséda se reunieron con Bartolomé. Cabe mencionar que los dos funcionarios lituanos no tienen intención de seguir el ejemplo del ex Presidente ucraniano Petro Poroshenko, quien había tomado la cuestión eclesiástica en sus manos, convirtiéndola en un símbolo de la política nacional al obtener la autocefalia ortodoxa en una ruptura con la Iglesia de Moscú.

El actual Jefe de Estado ucraniano, Volodymyr Zelenskyj, también evita implicarse demasiado en las diatribas eclesiásticas: no quiso recibir a los miembros del Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de UPZ para abordar la cuestión de la permanencia en la Lavra de Kiev. Por el contrario, optó por dejar la cuestión en manos de los órganos estatales competentes.