Tokio publica por primera vez directrices sobre los refugiados, pero no para acoger más

La Agencia de Servicios de Inmigración publicó un manual que explicita los criterios (muy estrechos) para reconocer esta condición. En 2021, Japón aceptó a 74 personas de entre más de 2.000 solicitudes, un récord para el país. Amnistía Internacional denuncia la detención indefinida de solicitantes de asilo.


Tokio (AsiaNews/Agencias) - Japón, criticado por su baja tasa de acogida de refugiados y extranjeros, presentó por primera vez directrices nacionales para la concesión del estatus de refugiado. La Agencia de Servicios de Inmigración ha publicado hoy un manual que, sin embargo, como explicó el ministro de Justicia, Ken Saito, "no amplía el alcance de las condiciones para el reconocimiento" y no pretende "aumentar el número de personas a las que se concede el estatuto de refugiado". La publicación de las directrices, precisó, tiene como principal objetivo organizar mejor la concesión de las solicitudes. "Es posible que haya un aumento en el número de concesiones rápidas del estatuto de refugiado", añadió el ministro.

La Red de Abogados Japoneses para los Refugiados, por su parte, cuestionó la eficacia del nuevo manual: "No hay garantías de que aumente el número de reconocimientos de protección internacional", ya que la agencia solo compiló el documento para ayudar a "comprender mejor" el sistema nacional para este tipo de concesiones, comentó la organización.

En 2021, Japón sólo concedió el estatuto de refugiado a 74 personas de las 2.413 solicitudes que se presentaron; un récord para el país, pero una cifra muy inferior al número de refugiados que aceptan muchos otros países del mundo. Ese mismo año, se permitió permanecer en suelo japonés a 580 personas, 498 de ellas procedentes de Birmania, donde hay un conflicto civil en curso. Las solicitudes cayeron un 88% respecto a 2017, cuando se presentaron 20.000. Desde la invasión rusa a Ucrania, Japón ha acogido a 2.035 personas reconocidas como "desplazados".

"Los migrantes presentaron un panorama desolador de lo que significa solicitar la condición de refugiado en Japón", declaró Hideaki Nakagawa, director de Amnistía Internacional Japón, con motivo de la publicación de una nueva investigación. "Lejos de recibir ayuda en su momento de necesidad, hablan de ser sometidos a una detención arbitraria e interminable en centros de inmigración que parecen cárceles". Las leyes japonesas permiten a las autoridades detener indefinidamente a migrantes irregulares, incluidos los solicitantes de asilo, en contravención del derecho internacional.

Japón es signatario de la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, que define al refugiado como aquel que no puede regresar a su país de origen por un temor fundado a ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas.

Las directrices presentadas hoy por el Gobierno también mencionan la persecución por motivos de orientación sexual, consideran las causas que pueden llevar a las personas a abandonar su país de origen y hacen hincapié en que el riesgo de persecución debe ser "real" y no abstracto.