Los chinos lanzan el nuevo formato 5+1 para el diálogo con las ex repúblicas soviéticas de la región. Las campañas de comunicación se centran en Kirguistán. El riesgo de acabar envueltos en la competencia geopolítica entre Occidente y el dúo China-Rusia.
Moscú (AsiaNews) - China está creando una nueva plataforma para promover la cooperación con los países de Asia Central, recurriendo al formato 5+1. Así lo anunció en una conferencia de prensa el embajador chino Du Dewen en Biskek, Kirguistán, agregando que se están ultimando los preparativos para la primera visita de Estado del presidente kirguiso Sadyr Zhaparov, quien visitará Beijing en mayo. Estos anuncios adquieren un interés considerable tras la visita del Secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, a la región, y la del Presidente chino, Xi Jinping, a Rusia.
La visita de Zhaparov no será la única. Previo a la primera cumbre formal "Asia Central-China", Beijing aguarda la visita de cuatro presidentes de los países participantes. Las reuniones en formato 5+1 ya se habían celebrado anteriormente, aunque en un espíritu menos exigente: la última fue en enero de este año, con motivo de los 30 años de relaciones diplomáticas, y a principios de marzo se celebró un encuentro entre ministros de Asuntos Exteriores. Además, en 2022 tuvo lugar una cumbre Rusia-Asia Central en Astaná (Kazajistán), y también existe un formato similar con Japón.
Ahora Beijing procura relanzar este modelo de cooperación, como explica el experto en relaciones internacionales kirguiso Mars Sariev: "China quiere alcanzar una posición muy influyente en Asia Central, y ser un factor decisivo en el mundo bipolar imaginado por Putin y Xi, entre Oriente y Occidente... Deng Xiaoping tenía una visión similar, el equilibrio mundial para un desarrollo pacífico". Estas perspectivas prometen recuperar un "gran dinamismo", y también apuntan a retomar la Belt and Road Initiative con la construcción del nuevo ferrocarril sino-kirguiso.
Además del activismo del embajador Dewen, varios ministros y diputados chinos fueron vistos en Biskek en el último tiempo. En estas visitas se discutieron numerosos acuerdos, como el que se firmó con el nuevo director de la Corporación Social de Radiotelevisión, Bolotbek Tillebaev, para la difusión de información de interés común en los dos países.
Beijing parece atribuir un papel crucial al sector de la información en Kirguistán; en octubre de 2022, la Academia de la OSCE en Biskek publicó una extensa y compleja investigación sobre "La gestión de intereses en la periferia occidental: las operaciones de información de China en Kirguistán", que destaca el crecimiento de la influencia china en el sector con "22 plataformas informativas" en el país.
Como explica la autora del estudio, Niva Yau, "existe un intercambio de periodistas muy activo: los periodistas kirguisos escriben para China, y los periodistas chinos son utilizados por nosotros como influencers, para difundir mensajes de propaganda entre los dos países y por toda Asia Central". Una cuestión que está en el punto de mira de los chinos es el apoyo a los habitantes del "Turquestán Oriental", la región china de Xinjiang, y los kirguisos están más dispuestos que otros a apoyar las posiciones de Beijing en esta materia.
A este respecto, otra experta, Činara Esengul, una kirguisa con estudios en Japón, cree que "sería mejor que los líderes de Asia Central acordaran una posición común en cuestiones geopolíticas, en las relaciones con las grandes potencias", de lo contrario se corre el riesgo de terminar aplastados por presiones contrapuestas. Es bueno que nos vean como una sola región, aunque no falten conflictos internos entre nuestros países, y los intereses de Estados Unidos, Rusia y China nos instan a cooperar y a estar más unidos. Sin embargo, respecto a las consecuencias hay que ser cautelosos, ya que las potencias no están unidas en lo que respecta a nosotros", concluye Esengul.
Tras la reunión de Putin y Xi en Moscú, el politólogo Emil Džuraev cree que "está creciendo el intento de construir un bloque único antioccidental a causa del conflicto ucraniano", y esto supone un gran reto para Asia Central: evitar "convertir a los grandes amigos en ‘Grandes Hermanos’, empezando por Beijing".