El gigante de la tecnología Alibaba se dividirá en seis: Xi Jinping festeja (también el mercado)

Cotizarán individualmente en bolsa. La empresa, y su fundador Jack Ma, están desde hace tiempo en la mira del Gobierno. El grupo se alinea con la normativa antimonopolio impulsada por Xi. Los inversores extranjeros todavía se muestran cautos sobre el futuro de sus operaciones en China. Miran hacia mercados alternativos como India y Vietnam.


Beijing (AsiaNews) - Alibaba anunció ayer que dividirá su negocio en seis entidades: las nuevas ramas cotizarán individualmente en bolsa. Desde finales de 2020, el gigante de la alta tecnología fundado por Jack Ma está en la mira de las autoridades, que por instrucciones de Xi Jinping emprendieron una campaña antimonopolio, especialmente contra los sectores tecnológico, inmobiliario y de la enseñanza privada.

El anuncio de Alibaba llegó un día después de que Ma reapareciera en China. El conocido multimillonario no ocupa ningún cargo en el grupo desde hace tiempo. Se le había perdido el rastro hace más de dos años, después de que criticara a los reguladores financieros del país: a sus palabras les siguieron tensiones entre el Gobierno y la empresa.

Con toda probabilidad, a Xi le preocupa perder el control político frente a los empresarios que acumulan enormes riquezas. Según varios observadores, la campaña por la "prosperidad común" promovida por el secretario general del Partido Comunista Chino, que exige que las grandes empresas contribuyan al bienestar de los menos ricos, tiene en realidad como objetivo despotenciar a oligarcas como Ma.

Los mercados acogen con satisfacción la separación de Alibaba: lo ven como una señal de que la represión de Xi contra las grandes empresas está llegando a su fin. Los inversores valoran que las empresas recién disociadas podrán defenderse mejor ante las regulaciones que sólo afectan a una de ellas.

Los analistas señalan que ahora los competidores de Alibaba (Tencent y JD) también podrían seguir el mismo camino de separación, con un holding que englobe a varias empresas separadas, la mejor manera de ajustarse a las leyes antimonopolio introducidas por Xi.

Sin embargo, los jefes de las grandes empresas extranjeras se muestran cautos ante las promesas del nuevo Gobierno chino de fomentar mejores condiciones para la inversión privada. En el Foro de Desarrollo de China celebrado en los últimos días, los directores ejecutivos de estas empresas afirmaron que esperan acciones concretas que respalden esas palabras.

Los inversores extranjeros, especialmente de EE.UU. y Europa, llevan tiempo pidiendo a Beijing un mayor acceso al mercado local. Además del exceso de regulación, en su valoración para futuras transacciones se incluyen aspectos como el descenso de las exportaciones chinas, la crisis inmobiliaria, el creciente endeudamiento de los gobiernos territoriales y la guerra tecnológica con EE.UU.

No en vano, Apple anunció recientemente sus planes de abrir nuevas plantas en India y Vietnam: una forma de reducir la dependencia de la inversión en China.