ONU: el 90% de la población del mundo árabe sufre por la falta de agua

Al menos 50 millones de personas carecen de agua para sus "necesidades básicas" y 390 millones están en el umbral de la "escasez". Para la Secretaria Ejecutiva de la ESCWA, la "diplomacia del agua" entre países es una "cuestión clave". El 67% del consumo se destina a las necesidades agrícolas, se necesita un sistema integrado para satisfacer la demanda.


Nueva York (AsiaNews) - Casi la totalidad de la población que vive en el mundo árabe sufre de diversas formas la crisis del abastecimiento de agua. Traducido en cifras, esto significa que unos 50 millones de personas carecen de agua potable "para sus necesidades básicas" y 390 millones de individuos, es decir el 90%, viven en países que "sufren la escasez de agua". Estas son las conclusiones del informe que se publicó en el marco de los tres días de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023. Un panorama alarmante que se debatió en un acto patrocinado por la Liga Árabe el 24 de marzo en Nueva York, al margen de la cumbre de la ONU, y que llevó el título: "Compromiso conjunto de la región árabe para acelerar los objetivos de seguridad hídrica". 

Rola Abdullah Dashti, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (ESCWA), señaló que la región árabe no está cumpliendo sus compromisos del plan de desarrollo sostenible, que incluyen agua limpia y servicios sanitarios para todos en 2030. "El agua en la región árabe -señaló- es una fuente de prosperidad, pero también una potencial causa de inestabilidad y conflicto. Es una cuestión relacionada con la seguridad hídrica, la seguridad alimentaria, la prosperidad y una vida digna". Reiterando la importancia de la colaboración entre los actores regionales, la responsable de la ESCWA añadió que "la diplomacia del agua entre los países es una cuestión clave".

Según datos de una profunda encuesta de la FAO de 2018, la región identificada con el acrónimo MENA (Medio Oriente y Norte de África) es la de mayor riesgo a nivel global en materia de agua, con al menos 14 de 17 naciones consideradas "bajo estrés", con varias naciones (Yemen, Jordania y Palestina, entre otras) con niveles de "escasez absoluta", según el índice de Falkenmark. 

Además, según las proyecciones del Instituto de Recursos Mundiales (IRM), en un escenario climático como el actual, se espera que los niveles de estrés hídrico empeoren para la mayoría de los países de la MENA. Un análisis de los porcentajes totales de extracción de agua para 2018 muestra que el principal usuario en la región es la agricultura, con una media del 66,7%, seguida del uso doméstico con un 27,4%; el resto se destina a la industria. 

A escala regional, los temas prioritarios en los que se focalizan los trabajos son: la gestión integrada de los recursos hídricos; el agua para todos; la colaboración transfronteriza en relación con el agua; el agua y el cambio climático; la eficiencia en el uso del agua; y los recursos hídricos no convencionales. Los aceleradores propuestos durante la jornada de debate abarcan el financiamiento del agua, los datos para informar la toma de decisiones, el monitoreo y la implementación, la innovación, el desarrollo de capacidades y las redes regionales de conocimiento.

Recientemente, la ESCWA puso en marcha el proyecto "RICCAR", cuyo objetivo es evaluar a escala regional el impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos y la vulnerabilidad social y económica en distintos sectores del mundo árabe. Una de sus tareas es proporcionar información para facilitar la colaboración, la coordinación y el diálogo entre naciones, organizaciones y partes interesadas. "La región árabe", añadió la embajadora Shahira Wahbi, jefa del Departamento de Reducción de Riesgos y Sostenibilidad de los Recursos Naturales de la Liga Árabe, "es la que sufre la mayor escasez de agua del mundo, con 19 de los 22 países con problemas" de abastecimiento.

De ahí la petición de mejorar los proyectos de colaboración en el sector y la capacidad de hacer frente los cambios con la movilización de más recursos financieros. Es necesario, prosiguió, poner en marcha "un sistema integrado para el uso del agua no convencional y aprovechar hasta la última gota disponible" para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. El ministro yemení de Medio Ambiente y Agua, Tawfiq Al-Sharjabi, coincidió en que el cambio climático agravó los desafíos existentes en la zona, y destacó además la disminución de la cuota per cápita de agua disponible en unas tres cuartas partes. En los próximos dos años, concluyó, 14 naciones árabes sufrirán escasez y 10 padecerán una grave carencia de agua.