El Papa: El consumismo es la persecuciĆ³n de hoy

En la audiencia general Francisco repasó su viaje a Hungría. En mayo, invitó a hacer propia la invitación de la Virgen a los pastorcitos de Fátima y rezar el rosario todos los días por el fin de la guerra. En la plaza de San Pedro también estuvieron presentes los participantes del primer encuentro entre cristianos e hindúes que viven en Europa, promovido por el dicasterio para el Diálogo Interreligioso.


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El consumismo es la persecución más peligrosa para los cristianos en nuestros días. Así lo afirmó hoy el Papa Francisco, repasando como es habitual el viaje apostólico que acaba de realizar a Hungría junto a los peregrinos que estaban presentes en la Plaza de San Pedro para la audiencia general de los miércoles.

"He visto tantas personas sencillas y trabajadoras que custodian con orgullo el vínculo con sus raíces", dijo Francisco, "y entre estas raíces están sobre todo los santos, que hoy nos exhortan a superar el riesgo del derrotismo y el miedo al futuro, recordándonos que Cristo es nuestro futuro". El Papa recordó cómo estas raíces fueron puestas a prueba durante la persecución comunista "con obispos, sacerdotes, religiosos y laicos asesinados o privados de libertad. Y aunque intentaron cortar el árbol de la fe, las raíces permanecieron intactas: quedó una Iglesia oculta, pero viva, fuerte, con la fuerza del Evangelio". Antes habían estado los nazis, con "la trágica deportación de tantos judíos". Y en este sentido, Francisco recordó el testimonio de la poetisa húngara Edith Bruck, que vive en Roma y justo hoy cumple 92 años.

"Como surgió en los encuentros con los jóvenes y con el mundo de la cultura, también hoy la libertad está amenazada -añadió el pontífice-. ¿Cómo? Sobre todo con guantes blancos, por un consumismo que anestesia, por el cual uno se contenta con un poco de bienestar material y, olvidando el pasado, 'flota' en un presente hecho a la medida del individuo. Esta es la peligrosa persecución de la mundanidad promovida por el consumismo". "Cuando lo único que cuenta es pensar en uno mismo y hacer lo que a uno le gusta, las raíces se ahogan", continuó el Papa, "es un problema que concierne a toda Europa, donde está en crisis dedicarse a los demás, sentirse comunidad, sentir la belleza de soñar juntos y formar familias numerosas".

Junto al compromiso de preservar las raíces, el viaje a Hungría mostró también la importancia de tender puentes entre pueblos diferentes. "Europa, como 'puente de paz', está llamada a incluir las diferencias", dijo Francisco, "y a acoger a quienes llaman a sus puertas". Hermoso, en este sentido, el puente humanitario que se creó para tantos refugiados de la vecina Ucrania, con los que pude encontrarme, admirando también la gran red de caridad de la Iglesia húngara". El Papa mencionó después los puentes que la Iglesia "está llamada a tender hacia los hombres de hoy, porque el anuncio de Cristo no puede consistir sólo en repetir el pasado, sino que siempre necesita actualizarse, para ayudar a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo a redescubrir a Jesús". Así como también los puentes entre creyentes de diferentes ritos y confesiones "que en Hungría trabajan bien juntos".

A continuación, en su saludo a los peregrinos, Francisco recordó el inicio del mes de mayo, que por tradición de la Iglesia está dedicado a la devoción mariana: "Recuerdo la petición de Nuestra Señora de Fátima a los tres pastorcitos: 'Recen el rosario todos los días por la paz en el mundo y el fin de la guerra'. Yo también se lo pido: recen el rosario por la paz". "Los invito a conocer más profundamente a María -añadió-, a entrar en intimidad con ella para acogerla como madre espiritual y modelo de fidelidad a Cristo. A ella, madre del consuelo y reina de la paz, le encomiendo el martirizado pueblo ucraniano".

Por último, cabe destacar dos presencias significativas en la audiencia de hoy: en primer lugar la del metropolita Antonio de Volokolamsk, "ministro de Relaciones Exteriores" del patriarca de Moscú Kirill, que se reunió ayer en el Vaticano con el prefecto del dicasterio para las Iglesias Orientales, el arzobispo Claudio Gugerotti. Y también los 55 participantes del primer encuentro sobre el tema "Hindúes y cristianos en Europa: construir juntos un nuevo humanismo basado en la fraternidad", organizado en Roma por el dicasterio para el Diálogo Interreligioso en colaboración con el Foro Hindú de Europa, la Unión Hindú Italiana y el Consejo Mundial de Iglesias. Los participantes reflexionaron sobre cómo reforzar la cooperación entre cristianos e hindúes en Europa en cuestiones que puedan fomentar la prosperidad humana a través del diálogo interreligioso, la solidaridad y la hospitalidad.