Manila, Misioneras de María ofrecen una ‘segunda oportunidad’ a jóvenes en situación de riesgo
de Santosh Digal

Un proyecto que desde hace veinte años promueve una congregación religiosa francesa para adolescentes y jóvenes que ya han tenido problemas con la justicia. El testimonio de quienes a través de este camino tuvieron la oportunidad de reinsertarse en la sociedad: "Ahora también somos agentes de cambio".


Manila (AsiaNews) - Ofrecer una "segunda oportunidad" a miles de jóvenes que ya han tenido problemas con la justicia en los barrios más pobres de Manila. Este es el objetivo del Second Chance Program (SCP), un proyecto que promueve en Filipinas la congregación religiosa francesa de las Misioneras de María, que hace unos días celebró su 20º aniversario junto a muchos chicos y chicas que -habiendo salido de la cárcel o de situaciones difíciles- encontraron en esta obra una oportunidad de redención.

La idea surgió en el seno de la Association of Compassion Asian Youth (Asociación de la Compasión Juventud Asiática, ACAY), nacida en 1997 a partir de una idea de la Hna. Sophie de Jésus y otras tres hermanas (la Hna. Laetitia Gorczyca, la Hna. Rachel Myriam Luxford y la Hna. Edith Fabian). En este marco, nacieron dos programas importantes: la School of Life (Escuela de Vida), destinada a las chicas, y -precisamente- el Second Chance Program (Programa Segunda Oportunidad), que se abrió en 2002 para chicos que acababan de salir de la cárcel.

"Cuando llegamos a Filipinas en 1997", contó sor Edith Fabian, "vimos que muchos proyectos se centraban en los niños, pero pocos ofrecían respuestas a los adolescentes y jóvenes en dificultades. La idea fue entonces abrir una 'Casa de la Juventud', donde los jóvenes más problemáticos pudieran crecer y convertirse en ciudadanos responsables y respetuosos, dispuestos a ayudar al prójimo".

El nombre del programa surgió de la convicción de los misioneros de que existen "segundas oportunidades" y de que siempre hay que promover la esperanza: los jóvenes formados en la ACAY son un testimonio vivo de ello. El 20° aniversario de la ACAY fue un momento significativo en el que se reconoció la importancia del proyecto, contribuyendo a su implicación en la vida comunitaria. "Este año renovamos nuestra creencia en las segundas oportunidades, tanto para quienes se benefician de las actividades del proyecto como para quienes trabajan en él", declaró Marlou Simangon-Dumao, responsable del SCP.

"Estamos contentos de haber trabajado, a lo largo de estos años, con la misión de fomentar una metamorfosis en la vida de los jóvenes", dijo la Hermana Sophie. Entre las estrategias que se utilizan como estímulo está el contacto continuo con la realidad, lo que permite a los jóvenes cambiar sus perspectivas.

Los primeros alumnos del SCP se convirtieron ahora en modelos para las generaciones más jóvenes al compartir sus historias. "Estamos orgullosos de ser fruto del trabajo de ACAY. Ahora también somos agentes de cambio", explicó Rainer, uno de ellos. "De alguna manera, todo por lo que hemos pasado nos ha compensado", admite otra exalumna, Kim. El grupo del SCP se convirtió en una familia para muchos, porque aportó una gran esperanza para el futuro de los jóvenes y cambió sus vidas.