Papa: acabemos con la guerra insensata contra la Creación

Se publicó el mensaje del Pontífice para la Jornada Mundial de Oración que las Iglesias celebran juntas el 1 de septiembre. "Que fluyan la justicia y la paz" es el tema de este año. Petición a los gobiernos para la Cop28 en Dubai: "Que haya una transición rápida y justa para acabar con la era de los combustibles fósiles".


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Escuchemos el llamado a estar junto a las víctimas de la injusticia ambiental y climática y acabemos con la guerra sin sentido contra la Creación". Esta es la invitación que hizo el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará el 1 de septiembre de 2023. El texto -presentado hoy en rueda de prensa en el Vaticano- se inspira en las palabras bíblicas del libro del profeta Amós: "Como las aguas fluye el derecho y la justicia como un torrente eterno" (5,24).

En su reflexión, el Papa Francisco retomó el tema de la ecología integral, que aúna la custodia de la creación y el cuidado del prójimo. Recordando la peregrinación que realizó en julio de 2022 a orillas del lago Santa Ana, en Alberta, junto con los pueblos indígenas de Canadá, el pontífice escribió: "Detengámonos en los latidos del corazón: el nuestro, el de nuestras madres y abuelas, el latido del corazón creado y el corazón de Dios. Hoy no están en armonía, no laten juntos en la justicia y la paz".

El Papa habló de una "guerra contra la creación" y, para describir sus efectos, citó las palabras de Benedicto XVI: "Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, porque los desiertos interiores se han hecho muy extensos". "El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas", comentó Francisco, "está perturbando el ciclo del agua del planeta. El uso desenfrenado de combustibles fósiles y la tala de bosques están provocando el aumento de las temperaturas y causando graves sequías. La aterradora escasez de agua afecta cada vez más a nuestros hogares, desde las pequeñas comunidades rurales hasta las grandes metrópolis. Además, las industrias depredadoras están agotando y contaminando nuestras fuentes de agua potable con prácticas extremas como la fracturación hidráulica para la extracción de petróleo y gas, los megaproyectos de extracción descontrolada y la cría intensiva de animales".

Para que el río de la justicia y la paz vuelva a fluir hoy sobre la Tierra, es necesario tomar decisiones valientes. "Debemos decidirnos a transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que rigen nuestras sociedades", escribió el Papa. El primer paso es la "conversión ecológica" del corazón de la que ya hablaba Juan Pablo II: "Renovar nuestra relación con la creación, de modo que ya no la consideremos como un objeto que hay que explotar, sino que, por el contrario, la custodiemos como un don sagrado del Creador".

Pero esta conversión del corazón debe traducirse en un cambio de estilo de vida. "Arrepintámonos de nuestros 'pecados ecológicos', como advierte mi hermano, el Patriarca ecuménico Bartolomé -escribió Francisco-; adoptemos, con la ayuda de la gracia de Dios, estilos de vida con menos derroches y menos consumos innecesarios, especialmente allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles. Cuidemos al máximo nuestros hábitos y nuestras opciones económicas, para que todos estén mejor: nuestros semejantes, dondequiera que estén, y también los hijos de nuestros hijos. Colaboremos en la continuidad de la creación de Dios mediante opciones positivas: utilizando los recursos con la mayor moderación posible, practicando una alegre sobriedad, eliminando y reciclando los residuos, y haciendo uso de los productos y servicios ecológica y socialmente responsables, cada vez más disponibles.

Pero también son necesarias opciones políticas, por eso en su mensaje el Papa Francisco hizo un llamado de cara a la COP28, la conferencia mundial sobre el cambio climático que se celebrará en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre: "Los líderes del mundo deben escuchar a la ciencia e iniciar una transición rápida y equitativa para poner fin a la era de los combustibles fósiles". Según los compromisos del Acuerdo de París para frenar el riesgo de calentamiento global, no tiene sentido permitir que continúe la exploración y expansión de las infraestructuras de combustibles fósiles. Alcemos nuestras voces para detener esta injusticia con los pobres y con nuestros hijos, que sufrirán los peores impactos del cambio climático".

Por último, el pontífice recordó la coincidencia este año entre la fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre, y el inicio del Sínodo sobre la Sinodalidad. "Así como un río es fuente de vida para el ambiente que lo rodea -escribió-, así nuestra Iglesia sinodal debe ser fuente de vida para la casa común y para todos los que la habitan. Y del mismo modo que un río da vida a todo tipo de especies animales y vegetales, así una Iglesia sinodal debe dar vida sembrando justicia y paz en todos los lugares a los que llega". De ahí la invitación que vale tanto para el Tiempo de la Creación como para el Sínodo: "Vivamos, trabajemos y oremos para que nuestra casa común vuelva a rebosar de vida. Que el Espíritu Santo siga sobrevolando las aguas y nos guíe para renovar la faz de la tierra".