Jammu: un recién nacido rohingya muere en un centro de detención y sus padres asisten esposados ​​al funeral
de Nirmala Carvalho

El niño tenía sólo 43 días y murió tras unos enfrentamientos entre el personal carcelario y los refugiados, que llevaban varios meses en huelga de hambre. Pedían ser liberados después de estar dos años recluidos. La noticia se conoció gracias a la difusión de dos videos a través de activistas. Aunque la ONU les ha reconocido el estatus de refugiado, la India sigue tratando a los rohingya como inmigrantes ilegales.

 


Jammu (AsiaNews) - Una pareja de padres rohingya asistieron esposados ​​al entierro de su hijo recién nacido, que murió hace pocos días en un centro de detención para refugiados en la ciudad de Hirangar, al norte de la India.

La noticia se conoció gracias a la difusión en las redes sociales de dos videos que enviaron algunos detenidos -pertenecientes a una minoría étnica de Myanmar- a activistas de derechos humanos. En la filmación se puede ver a los padres que reciben el cuerpo de su hijo y lo llevan al lugar del entierro. Los refugiados afirman que el bebé de 43 días murió durante los enfrentamientos entre la policía y los rohingya, pero los guardias de la prisión niegan esa versión. Koushal Kumar, superintendente del distrito de Kathua y jefe del centro de detención, explicó que  el niño sufría una enfermedad y murió dos días después de los enfrentamientos.

Desde hace varios meses los refugiados rohingya -que en 2017 huyeron de la persecución del ejército birmano y desde 2021 escapan debido a la guerra civil- estaban haciendo una huelga de hambre contra la privación ilegal de su libertad y exigían recuperarla.

Las fuerzas de seguridad indias utilizaron gases lacrimógenos contra los refugiados, afirmando que se vieron obligados a hacerlo cuando los rohingyas tomaron como rehenes a tres guardias de la prisión. Al menos una niña de cinco meses murió en los enfrentamientos y numerosas personas resultaron heridas.

"Los refugiados deberían ser mejor tratados. Las circunstancias los han obligado a huir. Me entristece escuchar estas cosas. ¿Se ha perdido la humanidad? ¿Por qué nos comportamos como extremistas? ¿Acaso despojar a las personas de su dignidad nos proporciona un placer sádico?", comentó a AsiaNews la hermana Dorothy Fernandes, que trabaja en Patna con varias comunidades marginadas desde 1997. "¿La venganza es la única respuesta que tenemos? Ninguna religión predica la violencia. Creemos en una sola Tierra, entonces no deberíamos construir fronteras que separen a las personas, sino puentes de amor e inclusión que abracen a todos”, agregó.

Desde la primavera de 2021 alrededor de 270 rohingya, entre ellos 144 mujeres y niños, se encuentran recluidos en el centro de detención de Hiranagar, acusados ​​de vivir ilegalmente en la India aunque la ACNUR, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, ha reconocido su condición de refugiados. Según activistas comprometidos en la defensa de las minorías, detienen a los rohingya sin previo aviso después de que fueron acogidos.

En la India viven cerca de 40.000 refugiados, en su mayoría de religión islámica -aunque también hay varios cristianos-, pero los activistas denuncian que el Bharatiya Janata Party, el partido ultranacionalista hindú que está en el poder, ha decidido repatriarlos a Myanmar antes de las elecciones del año que viene a pesar de la guerra, y al mismo tiempo les ha negado una visa de salida de la India a aquellos que querían trasladarse a terceros países donde tenían familiares.

“La India reivindica con orgullo su rica herencia de hospitalidad. Resulta chocante que hoy se trate con crueldad a las personas provenientes de otros países, como si fueran criminales”, dijo el sacerdote Anand Mathew. “En nombre de promover la Hindutva nos hemos alejado mucho de las buenas tradiciones hindúes”, continuó el sacerdote, en referencia a la ideología que adoptan los extremistas hindúes. “Esto demuestra que su Hindutva, de sólo 100 años, también es contraria a las antiguas tradiciones hindúes. Desearía que los indios fuéramos un poco más humanos".