El líder católico palestino de Belén, ex representante de Fatah, espera que haya una "salida", pero afirma que las voces del diálogo son las que realmente han sido "derrotadas". Teme una escalada en caso de una invasión de Gaza por tierra, con la intervención de Hezbollah e Irán. En Cisjordania, el ejército israelí ha cerrado las carreteras y aislado aldeas para sofocar la protesta palestina. El texto de su discurso de hoy ante el Consejo de Europa.
Estrasburgo (AsiaNews) - Para los palestinos, el ataque de Hamás es un acto "horrendo", lo mismo que las historias que llegan de Israel sobre el "asalto al kibutz" o desde Gaza y sus viviendas civiles "arrasadas" por las bombas de los aviones de combate que golpean a personas inocentes, afirma a AsiaNews Bernard Sabella, ex representante de Fatah y secretario ejecutivo del servicio para los refugiados palestinos del Consejo de las Iglesias de Oriente Medio, quien considera que el frente de diálogo que se opone a los respectivos radicalismos de ambos bandos es el que ha salido perdiendo. Las voces críticas están en el punto de mira, continúa, y se las acusa de "estar en contra del consenso nacional, en contra del pueblo". Hace falta gente "sabia", pero en este momento "no vemos una salida a la tragedia", y la perspectiva de una intervención terrestre israelí en Gaza, con el apoyo de Estados Unidos, acabará "desencadenando una reacción de Hezbolá y de Irán" aún más violenta. Mientras tanto, el ejército israelí en Cisjordania "cierra las carreteras y aísla las aldeas para sofocar una protesta masiva de los palestinos en caso de una invasión" de la Franja.
El líder católico y profesor palestino pronunciará hoy un discurso ante el Consejo de Europa. AsiaNews publica a continuación extensos pasajes de su discurso:
El "mea culpa" que Europa espera de los palestinos y, en particular, del presidente de la Autoridad Palestina [Abu Mazen] no tiene en cuenta el meollo de la tragedia que estamos viviendo desde hace tanto tiempo. Por supuesto, no hay justificación para matar y atacar a civiles -sean quienes sean- y a personas indefensas, sobre todo niños, que son actos inconcebibles según el derecho internacional humanitario y nuestras respectivas prescripciones religiosas.
La ecuación actual gira en torno a historias de horror tanto del lado israelí como palestino. Los escenarios para los próximos días no ofrecen consuelo ni respiro.
Una amiga mía de Jerusalén Occidental expresó en su "Lamento desde Jerusalén" la desesperada esperanza de que terminen las matanzas y que, tal vez, de todo este dolor podamos finalmente llegar a comprender que la violencia y la fuerza militar nunca serán la respuesta apropiada. Que la paz, la justicia y la seguridad a las que todos aspiramos, tanto palestinos como israelíes, nunca se lograrán de esa manera.
Otro de Belén me habló de su amigo israelí, cuyo familiar cercano fue secuestrado por Hamás, para no mencionar la desolación y devastación que han sufrido tantas personas, incluyendo familias enteras [en los frentes israelí y palestino]. Un conocido suyo de Rafah, en la Franja de Gaza, le contó que su prima, su marido y sus hijos murieron cuando el edificio donde vivían [que no era un objetivo militar de Hamás] fue bombardeado por aviones de combate israelíes.
Toda la población de Gaza y, de hecho, de Palestina, ha sido castigada con la imposición de un asedio total y completo sobre la Franja de Gaza que le impide recibir combustible, alimentos, agua y medicinas. El Secretario General de las Naciones Unidas [Antonio Guterres] expresó su disconformidad por la imposición de un asedio total a la Franja de Gaza, condenando claramente el ataque de Hamás y recordando al mundo que esta violencia reciente no surge de repente y de la nada... La verdad es que la situación actual tiene su origen en un conflicto de larga data, una ocupación que dura 56 años y no tiene un "final político" a la vista.
Según el sitio web de la Unión Europea (UE), Bruselas también está castigando a todos los palestinos al retener la ayuda financiera humanitaria a la Autoridad Palestina. Son fondos que están destinados esencial y exclusivamente a la construcción de escuelas, pozos de agua, paneles solares, asistencia a familias necesitadas y a paliar las consecuencias de la continua ocupación, entre otros muchos proyectos.
Lamentablemente, algunos quisieran que todos los palestinos, sin excepción, fueran castigados por las acciones de Hamás. A ellos quisiera decirles que llevar a los palestinos a la desolación y la indigencia no ayudará a nadie; en lugar de ello, deberían concentrarse en la manera de hacer avanzar las perspectivas de una paz que todos anhelamos en Tierra Santa.
Cuando algunos hablan de la necesidad de restaurar el orden internacional a la luz del fracaso de los Acuerdos de Oslo e incluso de los Acuerdos de Abraham, los palestinos y otros se preguntan qué clase de nuevo orden nos espera si siguen cerrando los ojos ante los legítimos derechos del pueblo palestino a un Estado propio que ponga fin a la ocupación. ¿Dónde van a colocar, en este nuevo orden global, las resoluciones y convenciones internacionales que hablan [...] de que los palestinos puedan ejercer sus legítimos derechos a un Estado libre que viva en paz con sus vecinos?
Concluyo afirmando mi admiración por los valores del Consejo de Europa y su Asamblea Parlamentaria, que ponen el acento en la defensa de los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia. Pero estos valores no se pueden concretar en el caso palestino si no acaba la ocupación israelí y se pone en marcha un proceso de paz negociado, que por el momento parece insostenible. […] La estabilidad y la seguridad en Oriente Medio no se pueden lograr con armas, sino que se debe hacer todo lo posible para detener el conflicto y reabrir la vía del diálogo y la solución negociada, que garantice la seguridad de Israel y la creación de un Estado palestino.