El Secretario de Estado espera que haya "un margen para el diálogo" y que se pueda "comenzar sin demora". Debe haber una paz basada "en la justicia" y en la solución de dos Estados. Los rehenes "se deben devolver inmediatamente". Manifestaciones en Oriente Medio en favor de Palestina. Hamás llama a resistir, teme "una segunda Nakba". Cardenal Pizzaballa: la situación es "dramática", el conflicto "está adquiriendo carácter religioso".
Jerusalén (AsiaNews) - El ataque de Hamás contra Israel ha sido "inhumano", pero la "legítima" defensa a la que está llamado el país y que en estas horas está tomando la forma de un ataque masivo contra Gaza, "no debe involucrar a los civiles", afirmó el Secretario de Estado del Vaticano, Card. Pietro Parolin, en una entrevista con los medios vaticanos. Insistió también en que "la prioridad es la liberación de los rehenes" y confirmó la disponibilidad de la Santa Sede "para cualquier mediación necesaria". Al mismo tiempo que el Vaticano continúa los llamamientos al diálogo -y a la moderación-, la tensión sigue creciendo en Gaza ante el ataque masivo del ejército israelí, mientras en Oriente Medio y en muchas otras partes del mundo se suceden las protestas y manifestaciones en apoyo de israelíes o palestinos.
“El ataque terrorista llevado a cabo por Hamás y otras milicias” el 7 de octubre, en "el día de la Simjat Torá, al concluir la semana de la fiesta de Sucot, ha sido inhumano", afirma el cardenal. Al respecto, la Santa Sede "expresa una total y firme condena. Por otra parte, tememos por los hombres, mujeres, niños y ancianos que han sido llevados como rehenes a Gaza”. En este contexto de violencia ciega, advierte el Card. Parolin, "es necesario recuperar el sentido de la razón, abandonar la lógica ciega del odio y rechazar la violencia como solución". “No sé qué margen de diálogo puede haber - continuó - entre Israel y la milicia de Hamás, pero si lo hubiera, y esperamos que lo haya, se debe intentar inmediatamente y sin demora”.
Retomando las palabras del Papa Francisco, el card. Parolin reiteró que "la paz sólo puede estar basada en la justicia" y en "la mayor justicia posible", y que "la solución de dos Estados" permitiría a "palestinos e israelíes vivir uno al lado del otro, en paz y seguridad". Esta solución, explicó, "que ha sido prevista por la comunidad internacional, recientemente les ha parecido a algunos, tanto de una parte como de otra, que ya no es factible. Para otros nunca lo fue". “La Santa Sede - afirmó con fuerza el cardenal - está convencida de lo contrario y sigue apoyándola”.
En la situación actual, en la que predomina la violencia y prevalecen los extremismos opuestos, hay que prestar atención en primer lugar a la cuestión de los rehenes, que deben ser "devueltos inmediatamente, incluidos los que están en poder de Hamás desde conflictos anteriores", observó el cardenal Parolín. “En este sentido - afirmó - renuevo con fuerza el vibrante llamamiento lanzado y repetido” por el pontífice en los últimos días. “La liberación de los rehenes israelíes y la protección de las vidas de los inocentes en Gaza - subrayó el Secretario de Estado - son el corazón del problema” provocado por el ataque de Hamás y la respuesta israelí. Por eso, concluyó, "la Santa Sede está dispuesta a cualquier mediación necesaria" para facilitar un "diálogo directo" entre palestinos e israelíes "alentado y apoyado por la comunidad internacional, aunque ahora todo será más difícil".
Mientras tanto, en varias ciudades de Oriente Medio, desde Beirut y Bagdad hasta Teherán, se suceden las manifestaciones de solidaridad con Gaza y sus habitantes, mientras en Jerusalén Este se registraron enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes. En la ciudad vieja se han impuesto fortísimas medidas de seguridad y la policía ha cerrado el acceso a la mezquita de al-Aqsa, impidiendo la entrada a hombres menores de 50 años. En las últimas horas las brigadas de Izz ed-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamás, han reivindicado el ataque con misiles contra el aeropuerto internacional de Tel Aviv, mientras los líderes del movimiento radical que controla la Franja piden a la población que no abandone sus casas. La amenaza de un ataque de Israel, que concedió 24 horas para evacuar antes de comenzar el bombardeo, sólo sería "propaganda". Algunos analistas y expertos, en cambio, se toman en serio las palabras de los militares y de Benjamín Netanyahu, hablando abiertamente de una posible "segunda Nakba", con el éxodo de cientos de miles de personas de la Franja.
Por último, ayer también habló sobre la dramática escalada en Tierra Santa el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén de los Latinos, que en una transmisión en directo de Pro Terra Sancta habló de una "situación grave" y de una realidad "dramática". Se han suspendido todas las actividades, se han cerrado las escuelas, pero lo que más impresiona es "el nerviosismo y la tensión", siguió diciendo, porque la vida ha quedado "reducida al mínimo". El cardenal - que volvió hace pocos días a la ciudad santa después de recibir el birrete cardenalicio el 30 de septiembre - renovó la invitación a unirse a la jornada de ayuno y oración del 17 de octubre convocada por el Patriarcado Latino.
Con respecto a la situación de los cristianos en Gaza, el primado latino afirmó que "físicamente se encuentran bien" y la mayoría están ahora alojados en los salones de la parroquia de la Sagrada Familia, en las aulas de la escuela cristiana y con las religiosas. “Muchas de nuestras casas - prosiguió - fueron destruidas, no como objetivo principal [de las incursiones israelíes en la Franja] sino como daño colateral. Además, el agua empieza a escasear, falta electricidad y combustible para el generador". Esperamos que en los próximos días "podamos tener agua y los alimentos necesarios". El conflicto está superando el ámbito político, advirtió el Card. Pizzaballa, y se está volviendo "cada vez más religioso"; "debemos hacernos cargo de que estamos en una nueva etapa". Después de esta guerra - concluyó - será difícil reconstruir la confianza y las relaciones entre las dos partes, entre israelíes y palestinos, pero será necesario, porque ambos seguirán estando aquí".