El obispo de Beijing expresó esa esperanza al terminar su viaje a Hong Kong. La delegación proveniente de China continental visitó también el seminario y el Holy Spirit Centre, y participó en un congreso teológico sobre el Sínodo. Agradecimiento de Mons. Li Shan: "Hemos aprendido mucho. Adelante con la obra de evangelización. La sinización como camino".
Hong Kong (AsiaNews)- Un día todos los hermanos y hermanas chinos “podrán rezar juntos en el mismo lugar”. El Card. Stephen Chow expresó esa esperanza al terminar la concelebración eucarística que concluyó la tan esperada visita a Hong Kong del obispo de Beijing, Mons. José Li Shan. El prelado - que es también presidente de la Asociación patriótica de católicos chinos - permaneció en la ciudad tres días.
En la liturgia que tuvo lugar en la catedral concelebraron también Mons. John Tong, obispo emérito de Hong Kong, el obispo auxiliar mons. Joseph Ha y otro obispo de China continental, Mons. Joseph Yang Yongqiang, de la diócesis de Zhoucun, en la provincia de Shandong. “Ésta es una Iglesia de comunión – siguió diciendo el cardenal Chow –, una Iglesia del pueblo chino. Por eso, con gratitud, pedimos a Nuestro Señor Jesucristo que bendiga nuestros corazones y nuestros esfuerzos”.
“Estamos muy agradecidos a la diócesis por organizar nuestro viaje – declaró Mons. Li Shan, según informó en su sitio web el semanario diocesano de Hong Kong, Sunday Examiner -. Tuvimos la oportunidad de visitar el Centro diocesano, el seminario y la Casa de Cáritas. Vimos el desarrollo concreto de la diócesis y aprendimos mucho para nuestro seminario y nuestra diócesis. Trabajaremos duro para un mejor desarrollo de nuestra Iglesia".
Durante su estadía, la delegación de la diócesis de Beijing visitó también el Centro de Estudios del Espíritu Santo, donde fue recibida por el Card. John Tong, obispo emérito de Hong Kong, quien presentó la historia y la finalidad de esta institución. Mons. Li Shan también asistió a una conferencia teológica titulada: "La Iglesia sinodal y la Iglesia en China: comunión, participación, misión". El obispo destacó la importancia de combinar la cultura y la fe chinas para adquirir sabiduría en la vida. “Rezamos para que, guiada por la revelación del Espíritu Santo de Dios, la dirección del espíritu de comunión de la Iglesia y el discernimiento diligente de todos nosotros, la Iglesia china sea capaz de orientar la obra de evangelización y espiritualidad en dirección a la sinización", dijo.
El obispo de Beijing habló también de la necesidad de que la Iglesia "se mantenga al día y adapte rápidamente la atención, los métodos y las modalidades de evangelización al desarrollo y el progreso de la sociedad". Debe esforzarse por cumplir sus funciones, asumir su responsabilidad social y prestar atención a las condiciones de vida de las personas".