Filipinas: alerta de sequía por el regreso de El Niño
de Stefano Vecchia

Según datos del servicio meteorológico, la intensificación del fenómeno meteorológico podría afectar a 65 de las 82 provincias y prolongarse hasta la primera mitad de 2024. No sólo está en riesgo la producción agrícola, sino también el suministro de agua. Marcos ordena medidas para mitigar el impacto de la escasez de lluvias.


Manila (AsiaNews) - El año que termina ya anticipa fenómenos de sequía generalizados en Filipinas, que probablemente continuarán al menos durante el primer semestre de 2024, poniendo en peligro la producción agrícola en varias zonas del país, pero también el abastecimiento de agua para la población.

El responsable del problema es la intensificación del fenómeno meteorológico de El Niño, que, según anunció el ministro de Ciencia y Tecnología, Renato Solidum Jr, ya se está dejando sentir y se está consolidando en algunas zonas con una reducción de las precipitaciones de hasta el 80%, lo que provoca tiempo seco o riesgo de sequía.

El mismo departamento del que Solidum es responsable indicó ayer con datos actualizados que 65 de las 82 provincias de Filipinas podrían experimentar fenómenos de sequía en mayo próximo debido a la mayor fuerza y persistencia de El Niño; al menos seis incluso de forma prolongada. En consecuencia, el archipiélago tendrá que prepararse para un periodo de menor disponibilidad de agua con riesgo potencial de escasez grave en algunas zonas.

Según la Administración Filipina de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos (Pagasa), las dificultades que ya se perciben ahora son consecuencia de la persistencia de El Niño en la región tropical del Pacífico, que está destinado a reforzarse en los próximos meses. Así lo señaló a principios de diciembre el calentamiento anómalo de la superficie oceánica, superior a 1,5 grados centígrados. "La mayoría de los modelos climáticos globales sugieren que es probable que El Niño dure hasta el segundo trimestre de 2024", señaló Pagasa.

Una alarma que también comparte el presidente Ferdinand Marcos Jr., quien ha ordenado la aplicación de todas las medidas posibles para mitigar el impacto de la reducción de las precipitaciones y la desecación de los suelos, mientras que su administración ya ha identificado los esfuerzos para garantizar un acceso adecuado al agua como una de las prioridades, junto con la alimentación, la electricidad, la seguridad y la sanidad.

En una reunión celebrada el lunes en el palacio presidencial con los responsables de diversos organismos gubernamentales, Marcos pidió un mayor compromiso a corto y medio plazo para garantizar una ayuda rápida y adecuada allí donde se necesite.

Se teme una situación similar a la de 2016-2017, que acabó con años de desarrollo económico en un país especialmente amenazado por el clima, con el 74% de la población vulnerable concentrada en el 60% del territorio total.