Tensión renovada entre Bakú y Ereván: temores de un nuevo conflicto
de Vladimir Rozanskij

Pocos días después de la reelección plebiscitaria de Aliev, soldados azerbaiyanos abrieron fuego, acusando a los armenios de "provocación". Pashinián responde a los ultimátums mientras se alejan las perspectivas de un acuerdo de paz. Nuevas reivindicaciones de Bakú sobre el enclave de Najicheván.

 


Ereván (AsiaNews) - Las conversaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán parecen estancadas, a pesar de las promesas y anuncios de ambas partes, y nuevas tensiones hacen temer una posible reanudación del conflicto, tras la conquista de Nagorno Karabaj por Bakú el pasado mes de septiembre. El politólogo ruso Arkadij Dubnov, asesor durante muchos años de los servicios de inteligencia de varios países, comentó la situación para Novosti Armenia, tratando de precisar los puntos focales del contexto caucásico.

Señala que "no había pasado ni una semana desde la reelección plebiscitaria de Ilham Aliev como presidente de Azerbaiyán, que los contornos de la política del nuevo-viejo líder se perfilaron inmediatamente", con la "operación de respuesta" de los soldados fronterizos azerbaiyanos a lo que se describió como una "provocación" de los armenios, iniciando un tiroteo que mató a cuatro armenios e hirió gravemente a un azerbaiyano. En Ereván trataron de tomarse su tiempo para comprender lo que realmente había ocurrido, pero desde Bakú "no quisieron esperar, dando la orden de abrir fuego". Según Dubnov, no se trató de un incidente aislado y aleatorio, sino de una "escalada absolutamente grave del conflicto", con el telón de fondo del endurecimiento por parte de Aliev de las condiciones necesarias para la firma del acuerdo de paz.

Ahora, el presidente azerbaiyano insiste en la reescritura de la Constitución armenia, un asunto muy divisivo y muy debatido entre los propios armenios, pretendiendo excluir cualquier fórmula o alusión que pueda referirse a Nagorno Karabaj. Aunque desde Ereván se han dado muestras de disposición en este sentido, hasta el punto de eliminar el sector de Artsaj en el Ministerio de Asuntos Exteriores, desde Bakú siguen llegando severas advertencias y amenazas de "utilizar la fuerza si no se cumplen las exigencias".En la tan citada entrevista de Nikol Pashinián con The Telegraph hace unos días, el primer ministro armenio recordó los ultimátums de Aliev, afirmando que "dijo que si ve un rearme de Armenia iniciará una operación militar contra nosotros, reiteró sus exigencias de abrir un corredor entre el territorio armenio y el enclave azerbaiyano de Najicheván, y también descartó retirar sus tropas de nuestro territorio, situadas en las alturas estratégicas, ya que, en su opinión, estas zonas ocupadas son necesarias para mantener a raya las intenciones de los armenios".

Por ello, Pashinián considera que "Azerbaiyán está dando varios pasos atrás respecto a lo acordado previamente", mientras que Armenia pretende reivindicar el "derecho soberano de todo país independiente" a disponer de un ejército fuerte y eficaz. Aliev califica esta aspiración de Ereván de "expresión de revanchismo", y Dubnov está convencido de que la pretensión de Bakú de un desarme total armenio es "sencillamente absurda: la Armenia de posguerra no es la Alemania hitleriana de posguerra, ni el Japón imperial después de la derrota, con las inevitables limitaciones de la fuerza militar".

Por ello, "la posibilidad de una nueva guerra en el Cáucaso Sur parece de nuevo algo más que una posibilidad teórica", concluye el experto, "y cada vez está más claro por qué Aliev quería darse tanta prisa en celebrar elecciones anticipadas". Según el Ministerio de Defensa armenio, el tiroteo iniciado por los azeríes el 13 de febrero contra posiciones armenias en el distrito de Nerkin Khanda, en la región de Siunyk, sólo debe considerarse "el comienzo de una nueva campaña militar de Bakú", que no se sabe hasta dónde puede llegar en los próximos días.