El Parlamento ha aprobado el nuevo cargo en el gabinete mientras el propio padre, Hun Sen - que encabezó el Ejecutivo entre 1985 y 2023 - se prepara para ser elegido presidente del Senado a los 71 años. Entre tanto, ha nacido un nuevo movimiento de exiliados liderado por Mu Sochua que quiere "unir a los camboyanos para ayudarles a recuperarse".
Phnom Penh (AsiaNews/Agencias) - Después del relevo entre padre e hijo mayor a la cabeza del gobierno, se ha creado en Camboya el cargo de viceprimer ministro para el hijo menor de Hun Sen. En efecto, el Parlamento camboyano aprobó por unanimidad el nombramiento de Hun Many, de 41 años, cuatro menos que Hun Manet, el otro hijo que fue introducido de facto en agosto al frente del gobierno de Phnom Penh por el hombre que dirigió el país de forma ininterrumpida desde 1985 hasta 2023.
Hun Many ya era Ministro de Función Pública en el actual gobierno; ahora se convierte además en el undécimo viceprimer ministro del Ejecutivo encabezado por Hu Manet, donde abundan los hijos de los hombres fuertes del Partido Popular Camboyano, señor indiscutido tras la proscripción de todas las fuerzas de oposición. Hun Manet justificó el nombramiento de su hermano afirmando que era acorde con la necesidad de lograr "la máxima eficiencia de la política del gobierno", y respondió a las acusaciones de nepotismo afirmando que "lo único que ocurre es que el Ministro de Función Pública tiene el mismo apellido que yo".
Mientras tanto el domingo 25 - tras las elecciones del verano pasado en las que el Partido Popular Camboyano (prácticamente el único admitido) obtuvo 120 de los 125 escaños de la Asamblea Nacional - se ha previsto también la renovación del Senado. Y entre los candidatos a un escaño - después de dar un paso al costado el verano pasado - vuelve a presentarse personalmente el "progenitor", Hun Sen, de 71 años, en la provincia de Kandal, para el escaño que ocupa en la Asamblea Nacional desde 1993. Y en Phnom Penh todos dan por sentado que el cargo de presidente del Senado ya está dispuesto para él. Al fin y al cabo, en Camboya la Cámara Alta es un órgano compuesto por sólo 62 miembros, 2 de los cuales son nombrados por el rey, 2 por la Asamblea Nacional y los otros 58 por los consejos municipales, también controlados por el partido gobernante. No es, por tanto, una votación que pueda plantear sorpresas.
En cuanto a la oposición, el único camino que le queda es intentar reorganizarse en el exterior. Precisamente en estas horas Mu Sochua, ex vicepresidente del Cambodian National Rescue Party, anunció su renuncia a la fuerza política (que además está prohibida en Camboya) para liderar el Movimiento Jemer por la Democracia, un movimiento de exiliados fundado en Washington en septiembre del año pasado. “Décadas de corrupción y gobierno autoritario han dejado a nuestra gente empobrecida, nuestra democracia desmantelada y nuestros recursos naturales saqueados”, declara la organización, que afirma no querer convertirse en otro partido político de oposición sino trabajar para unir a los camboyanos de todo el mundo. “E objetivo inmediato para los próximos seis meses - explicó Mu Sochua - es enviar mensajes a la gente para que deje de tener miedo, colaborar con las ONG, trabajar para que los firmantes del Acuerdo de París cumplan con sus deberes y animar a la gente a levantarse de nuevo y dejar de compadecerse de sí misma".