El "accidente" que tuvo una periodista que cubría las reuniones políticas de las "Dos Sesiones" en Beijing reveló hasta qué punto los controles digitales se utilizan también para silenciar el descontento provocado por la crisis inmobiliaria.
Beijing (AsiaNews) - Las autoridades chinas están utilizando las "medidas de seguridad" más avanzadas para proteger el desarrollo de las "Dos Sesiones" - las reuniones políticas de los aproximadamente 5 mil delegados de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino y de la Asamblea Nacional Popular que tienen lugar lugar esta semana en Beijing. Para ingresar a la Plaza de Tiananmen, incluso los periodistas acreditados deben cruzar por los pasos equipados con cámaras de reconocimiento facial para acceder al Gran Salón del Pueblo donde se está trabajando. Pero precisamente en ese lugar tuvo un desagradable "accidente" de una periodista del Mingpao - un diario de Hong Kong en idioma chino - que confirmó hasta qué punto en realidad esos dispositivos se utilizan en la China de Xi Jinping para reprimir las opiniones, incluso sobre temas sociales,.
Como ella misma relató en su diario, a pesar de que tenía una tarjeta de acreditación fue inmediatamente detenida por la policía cuando pasó por delante de las cámaras de reconocimiento facial y empezó a sonar la señal de alarma. El agente le pidió que le mostrara su documento de identidad, y con cara seria le preguntó si alguna vez había comprado acciones de Evergrande, el gran grupo inmobiliario chino cuyas deudas acumuladas arrastraron en su quiebra a miles de chinos. Ante la respuesta negativa, le hizo una segunda pregunta: "¿Entonces alguna vez ha ido a la oficina de peticiones para presentar una petición?". Pero ese tampoco era el caso de la periodista en cuestión.
Se pasó entonces a una comprobación con el documento de identidad y el agente pudo confirmar que realmente no aparecía nada en su "expediente". En ese momento el tono del policía se suavizó. Y cuando ella le preguntó qué había salido mal, le explicaron que su rostro era similar al de una persona ingresada en la base de datos y que el reconocimiento facial había identificado a la persona equivocada.
“Una vez resuelto el malentendido - comenta irónicamente el Mingpao - la periodista pudo marcharse, lamentando haber salido de su casa sin maquillarse. Pero el incidente también confirma de manera directa que la información de algunos peticionarios, incluidos los datos faciales, se ha ingresado en la base de datos de seguridad pública, y que cualquier petición que involucre a Evergrande también ha sido asociada a la seguridad por las autoridades encargadas".
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