En una declaración a la Bolsa de valores de Shenzhen, China Rare Earth Resources and Technology afirmó que la industria se enfrenta a un "momento crucial" a nivel mundial. China sigue siendo líder en la extracción y procesamiento de minerales, pero las dificultades de la economía nacional y la decisión de otros países de crear nuevas cadenas de suministro están generando ingresos significativamente menores.
Beijing (AsiaNews) - A pesar de los esfuerzos del gobierno chino por dominar a nivel global el sector estratégico de las tierras raras, los ingresos y beneficios de las empresas que se ocupan de la extracción y procesamiento de estos minerales esenciales para el mundo digital han registrado una contracción. El conglomerado estatal China Rare Earth Resources and Technology informó una caída del 5,4% en sus ingresos en 2023 respecto al año anterior, mientras que el beneficio neto cayó un 45,7%.
Los datos del primer trimestre de 2024 son aún más graves: la facturación cayó un 81,9%, lo que supone una pérdida neta de 288,76 millones de yuanes (menos de 40 millones de dólares), frente a un beneficio neto de 108,97 millones de yuanes en el mismo período del año pasado. Otras empresas chinas también han informado reducciones de facturación de entre el 60% y el 79%, en línea con la desaceleración general de la economía nacional.
En un comunicado a la Bolsa de Shenzhen de la semana pasada, China Rare Earth Resources and Technology explicó que el sector se enfrenta a un "momento crucial" caracterizado por una rápida evolución y ajustes estructurales a escala global, que han provocado una erosión de los beneficios. En otras palabras, aunque China sigue siendo, con diferencia, el mayor extractor de tierras raras del mundo, otros países han tratado de construir cadenas de suministro alternativas.
Para algunos tipos de minerales, "ya se han creado nuevas cadenas de suministro", prosigue el comunicado de China Rare Earth Resources and Technology, que afirma haber realizado "ajustes en la estrategia de ventas", sin proporcionar más detalles. Además, un número creciente de empresas chinas han importado minerales del exterior (especialmente de Myanmar) debido a las dificultades económicas internas y sobre todo a una disminución de la demanda. Una situación que no ve mejoras y que podría conllevar el "riesgo" de una nueva caída de los precios, señaló también la empresa.
Los datos oficiales de las aduanas chinas confirman estas afirmaciones. Según Nikkei Asia las importaciones de algunas tierras raras han aumentado alrededor de un 60% y el límite de extracción de tierras raras, establecido a nivel nacional, ha sido revisado para permitir un aumento del 21% de la producción nacional.
Las tierras raras son un grupo de 17 minerales fundamentales para la producción de una serie de tecnologías, que van desde baterías de automóviles eléctricos hasta turbinas eólicas y paneles solares. Según datos del US Geological Survey (USGS), las reservas mundiales de tierras raras ascienden a 110 millones de toneladas, de las cuales el 40% se encuentran en territorio chino. Luego, por extensión de yacimientos, le siguen Myanmar, Rusia, India y Australia.
Los datos del USGS también muestran que en 2023 China fue responsable de la extracción de 240.000 toneladas de tierras raras, equivalente a aproximadamente dos tercios de la producción mundial. Estados Unidos quedó en segundo lugar, seguido de Myanmar, y ambos triplicaron su producción el año pasado.
En los últimos años, China se ha convertido en líder del sector porque mejoró sus capacidades de extracción y procesamiento, pero también se apropió del control de varios depósitos en otras zonas del mundo. Una investigación de la BBC ha identificado al menos 62 proyectos destinados a la extracción de litio, cobalto, níquel o manganeso (minerales necesarios para la creación de tecnologías verdes) en los que tienen participación empresas chinas.
La regulación del sector a nivel nacional comenzó en 2010 y a lo largo de los años, tras una serie de fusiones, se crearon cuatro empresas principales, entre ellas China Rare Earth Group, controlada directamente por el Consejo de Estado chino. Durante una visita que hizo el presidente Xi Jinping el mes pasado a Hunan, una de las principales regiones productoras, reiteró la necesidad de "mejorar aún más" el desarrollo del uso de tierras raras para generar un "crecimiento de alta calidad" y proporcionar un "alto nivel de seguridad” a la nación.