Kurdistán: el ejército turco ataca aldeas cristianas y destruye dos iglesias

Este fin de semana se verificaron una serie de bombardeos y ataques en la gobernación de Dohuk. Miska y Rabatkeh fueron los principales blancos, que afectaron sobre todo casas y lugares de culto. Los habitantes apagaron un incendio provocado por los explosivos, limitando los daños. El hashtag #Turkey_Occupies_Dohuk se volvió viral en internet.


Erbil (AsiaNews)- Dos iglesias gravemente dañadas, varias casas destruidas y una comunidad que vive con miedo a nuevos actos de violencia. Este es el resultado, aún parcial, de una serie de bombardeos e incursiones del ejército de Ankara en la gobernación de Dohuk, en el Kurdistán iraquí, que afectaron a varias aldeas cristianas del valle septentrional de Nahla, cerca de la frontera con Turquía e Irán. Los ataques se produjeron el pasado fin de semana y confirman los temores de una grave escalada militar en la zona donde, según el presidente Recep Tayyip Erdogan, se encuentran las bases operativas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Desde el 28 de junio la aviación turca ha lanzado una serie de operaciones en el valle del norte de Irak, donde se encuentran numerosas aldeas cristianas asirio-caldeas que no tienen ninguna relación con las milicias kurdas. Ankara afirma que quiere atacar a los milicianos, pertenecientes a una facción considerada terrorista, pero en realidad ataca también a la población civil de la zona, según confirman diversas fuentes.

Los últimos afectados - este año se han producido casi 840 "ataques y bombardeos" de las fuerzas armadas de Ankara, que han causado la muerte de ocho civiles - son las aldeas de Miska y Rabatkeh. Las bombas turcas también provocaron incendios masivos en las montañas, que afectaron viviendas y propiedades de los habitantes de la zona.

La iglesia del pueblo de Miska resultó dañada por una granada y otras dos casas quedaron destruidas, aunque no había personas en su interior en el momento de la explosión. Un vídeo publicado por RojNews muestra el alcance de la destrucción (haga clic aquí para ver el vídeo), los escombros acumulados alrededor de la iglesia y las casas arrasadas por el bombardeo.

En la aldea de Rabatkeh otra granada alcanzó objetivos civiles y provocó un gran incendio, pero la rápida intervención de los habitantes permitió apagar las llamas sin causar más daños, salvando así también el lugar de culto. La magnitud de la violencia llevó a activistas e internautas a denunciar la situación reproduciendo una serie de publicaciones con el hashtag #Turkey_Occupies_Dohuk, que es tendencia en las redes sociales y pone en evidencia la creciente presencia militar que está obligando al desplazamiento de los residentes. Una espiral que alimenta la ira y el descontento de los habitantes de la región.

Tras los reiterados ataques, los habitantes de los poblados han quedado conmocionados y temen por el destino de sus familias, sus hogares y sus propiedades. Muchas veces los cristianos se ven atrapados en el fuego cruzado, en una región donde se está verificando un crescendo de focos de tensión que van desde Irak hasta Turquía y desde Irán hasta Tierra Santa. Por eso las comunidades cristianas han pedido a las instituciones locales y a las autoridades competentes que proporcionen una "protección adecuada" ante un riesgo cada vez mayor para la vida y la seguridad de las personas.