Elecciones en Sri Lanka: la mirada atenta de la India

Los dos candidatos favoritos en las encuestas tienen posiciones opuestas con respecto a su vecina, la India, que a veces se considera una presencia incómoda en los asuntos políticos internos. Y Delhi está preocupada por la creciente influencia china. Sin embargo, dado el contexto que se ha creado en el sur de Asia, probablemente estará dispuesta a trabajar con quienquiera que llegue al poder.

 


Colombo (AsiaNews)- Las elecciones que se celebrarán el 21 de septiembre en Sri Lanka serán atentamente observadas por la vecina India. Los dos países están unidos no sólo por la proximidad geográfica y los vínculos culturales (entre los tamiles que viven en las zonas del norte de la isla y los que residen en el sur de la India, en Tamil Nadu), sino también por cuestiones políticas y estratégicas. China, en efecto, ha tratado de ampliar su influencia en el Océano Índico, apoyando en el pasado a los candidatos de la familia Rajapaksa y financiando proyectos de infraestructura como el puerto de la capital, Colombo, lo que ha chocado a menudo con las propuestas de compra y financiación del grupo Adani, vinculado al primer ministro indio Narendra Modi y por lo tanto representante de Delhi. En consecuencia, ésta siempre ha preferido a candidatos hostiles a Beijing.

Hay cuatro (de los 38) candidatos principales que competirán por el cargo de presidente: el jefe de gobierno saliente, Ranil Wickremesinghe, quien gestionó la crisis económica tras las protestas populares que derrocaron al ex presidente Gotabaya Rajapaksa; Namal Rajapaksa, rostro joven de la familia, candidato por el Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP); Anura Kumara Dissanayake, de la coalición del National People’s Power (PNP); y Sajith Premadasa, del Samagi Jana Balawegaya (SJB).

Según los comentaristas, los candidatos favoritos serán Dissanayake y Premadasa, mientras que Wickremesinghe ocupa el tercer lugar en las encuestas. El primero, líder del Janatha Vimukthi Peramuna, un partido de inspiración marxista prochino que sólo tiene tres escaños en el Parlamento, ha amenazado con rescindir los acuerdos sobre energías renovables que se firmaron con Adani (para la construcción de dos parques eólicos con una inversión de 442 millones de dólares, mientras que la energía producida se pagará 8,26 céntimos por kilovatio hora) y mantener alejados de las costas de Sri Lanka a los pescadores indios. El segundo, en cambio, lidera un partido de derecha que desde sus orígenes se ha opuesto a la presencia china en la región, defendiendo las posiciones indias en los conflictos locales.

Los miembros del SJB citan a menudo los riesgos de la trampa de la deuda, y Premadasa es también el único candidato que ha promovido la implementación de la 13ª enmienda de la Constitución, que establece la descentralización del poder administrativo a los consejos provinciales sobre la base de un acuerdo estipulado entre la India y Sri Lanka en 1987, pero que nunca se concretó plenamente debido a las tensiones entre los grupos étnicos tamil y cingalés. El acuerdo permitió que las fuerzas de paz indias desembarcaran en Sri Lanka, pero el Janatha Vimukthi Peramuna todavía se opone hasta la actualidad, acusando a Delhi de interferir en los asuntos políticos del país. Premadasa, a diferencia del presidente Wickremesinghe, parece tener la intención de mantener un enfoque más equilibrado respecto de las diversas potencias extranjeras que tienen intereses en Sri Lanka, incluidos China y Estados Unidos.

Sri Lanka se inscribe en un contexto geopolítico que en este momento no es especialmente favorable para la India, tras el cambio de gobierno en Bangladés (la ex primera ministra Sheikh Hasina, fue derrocada por las protestas juveniles y, no por casualidad, se ha refugiado en la India) y los crecientes sentimientos anti indios en otras islas estratégicas del Océano Índico, como las Maldivas, donde recientemente asumió el poder un gobierno pro chino y expulsó a los soldados indios estacionados en el archipiélago. India parece ser consciente del escenario internacional y, según los expertos, estará dispuesta a trabajar con cualquiera que gane las elecciones. En febrero, el ministro indio de Relaciones Exteriores, S. Jaishankar, y el asesor de seguridad nacional, Ajit Doval, recibieron a los dirigentes del NPP en la India para llevar adelante conversaciones bilaterales.

Sin embargo, el tema que más preocupa a los habitantes de Sri Lanka sigue siendo la economía y cada vez más candidatos ven con buenos ojos los acuerdos de rescate económico del Fondo Monetario Internacional (FMI). Dhananath Fernando, economista del think tank Advocata Institute de Colombo, explicó que lo más probable es que se dejen de lado las rivalidades étnicas. El candidato ganador tendrá que asegurarse de que Sri Lanka ponga sus finanzas en orden, comience a pagar a los acreedores extranjeros, atraiga inversiones y complete el programa de cuatro años del FMI. "La principal crítica que se le hace al gobierno es que no ha mostrado suficiente sensibilidad o empatía hacia el urgente problema de la reestructuración de la deuda y no ha garantizado que la carga de ese ajuste no recaiga sobre las personas menos capaces de soportarlo”, dijo Paikiasothy Saravanamuttu, analista del Centre for Policy Alternatives, un grupo de expertos de Colombo.

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