La batalla entre China y Estados Unidos por el horario lunar

Con el aumento de las exploraciones espaciales coordinadas entre varios socios, imponer el propio horario en el espacio exterior es un objetivo tanto para Washington como para Beijing. La Casa Blanca afirma que los Artemis Accords son "la base del liderazgo estadounidense en el espacio". La potencia asiática se propone establecer un huso horario e internet lunar para 2028.

 


Roma (AsiaNews/Agencias) - ¿Qué hora es en la luna? Una pregunta que no se puede dar por descontada visto que el espacio es un destino cada vez más frecuente de misiones, tripuladas y no tripuladas, coordinadas por múltiples países. ¿Qué huso horario hay que elegir? Como informa el South China Morning Post, China y Rusia, su actual socio espacial, están compitiendo con Estados Unidos respecto del "estándar internacional" en el horario de referencia para proyectos espaciales. Cada uno lleva adelante iniciativas separadas. Establecer estándares temporales no sólo es un paso crucial para la coordinación práctica, sino que también históricamente ha sido un símbolo de poder e influencia política. El ganador dejará su huella en la historia de la exploración espacial y establecerá un estándar para futuras misiones lunares, consolidando así su propia influencia global.

Estados Unidos: Artemis Accords 

Siguiendo una directiva de la Casa Blanca, la NASA está trabajando para crear un nuevo estándar temporal, el Coordinated Lunar Time (LTC), a fin de respaldar una exploración segura y sostenible a medida que otros países y empresas privadas planean misiones a la Luna. El sistema horario propuesto será adoptado por los 43 países signatarios de los Artemis Accords, encabezados por Estados Unidos, y está destinado a servir como “estándar internacional”, según un memorando de abril de la Office of Science and Technology Policy de la Casa Blanca.

"El conocimiento del tiempo en regímenes operativos remotos es fundamental para el descubrimiento científico, el desarrollo económico y la colaboración internacional que constituyen la base del liderazgo de Estados Unidos en el espacio", dice el documento. Namrata Goswami, investigadora de política espacial de la Universidad Estatal de Arizona, señaló que durante la Guerra Fría las naves espaciales lunares utilizaban el huso horario de su país de origen, pero en aquel momento las actividades en la Luna eran más limitadas.

China y Rusia: International Lunar Research Station

Beijing y Moscú, no signatarios de los Artemis Accords, están llevando a cabo un esfuerzo paralelo conocido como International Lunar Research Station, cuyo objetivo es construir una base permanente en el polo sur de la Luna para 2035. China también ha manifestado su intención de crear un sistema de medición del tiempo y de navegación para la Luna. El plan es establecer un huso horario para la Luna y desarrollar una capacidad coordinada de comunicación e Internet lunares para 2028, señala Goswami.

Los investigadores han propuesto varias hojas de ruta para desarrollar una constelación de satélites para la Luna similar a BeiDou (el sistema chino de navegación satelital) que jugaría un papel clave en el posicionamiento, la navegación y la medición del tiempo en el espacio entre la Tierra y la órbita lunar. En junio, un equipo del Institute of Spacecraft System Engineering de Beijing propuso lanzar una red de 21 satélites alrededor de la Luna para proporcionar una navegación en tiempo real y  de alta precisión que respalde las ambiciones lunares de China. Los satélites, caracterizados por un diseño sostenible y económico, se desplegarán en tres fases y cuatro tipos de órbitas, según el artículo publicado en la revista Chinese Space Science and Technology.

Panorama actual y perspectivas para el futuro

Actualmente la Luna no tiene un sistema horario unificado: cada misión utiliza su propia escala horaria vinculada al Tiempo Universal Coordinado (UTC) de la Tierra. Si bien este método ha funcionado para las misiones independientes, se vuelve problemático cuando varias naves espaciales deben colaborar. Además, los relojes de la Tierra y de la Luna tienen velocidades diferentes debido a la diferencia de los campos gravitacionales. Una diferencia mínima, pero que afecta el cronometraje, cuya precisión es fundamental para la sincronización en las misiones espaciales. La adopción de la hora media de Greenwich como estándar global es un excelente ejemplo de cómo hacer valer el propio estándar temporal es un símbolo de poder. La decisión de 1884 de pasar el meridiano principal a través del lugar donde se encuentra el Observatorio Real de Greenwich no fue sólo una cuestión de comodidad, sino también un reflejo de la posición dominante de Gran Bretaña en navegación, el comercio y la ciencia de aquel momento.