En Tokio el cliente ya no tiene siempre razón

Por primera vez en Japón la administración local aprobó una ordenanza contra las agresiones del público a los empleados. Algunos casos de suicidios y enfermedades mentales desarrolladas por víctimas de este tipo de abusos obligaron afrontar el problema.

 


Tokio (AsiaNews)- La Asamblea Metropolitana de Tokio aprobó un proyecto de ordenanza que impide que los clientes maltraten a los empleados. Es la primera vez que se introduce una medida de este tipo en Japón, un país donde tradicionalmente se sitúa a los clientes en una posición superior a aquellos que les atienden.

El gobierno de Tokio decidió afrontar el tema con un grupo de trabajo que incluía sindicatos, organizaciones empresariales y expertos debido a que, en algunos casos, las víctimas de este tipo de abuso desarrollaron enfermedades mentales o fueron empujadas al suicidio debido al daño emocional.

La ordenanza, que entrará en vigor en abril del año que viene, describe las responsabilidades de los clientes, aunque no establece sanciones por infracciones. Estipula que “ninguna persona puede provocar molestias en ningún lugar” y especifica las responsabilidades de los clientes, los empleados, los empleadores y el gobierno Metropolitano de Tokio.

La ordenanza también invita a no violar injustamente los derechos de los clientes, porque una observación legítima puede ayudar a mejorar el negocio. A los clientes se les pide que sean más comprensivos y presten atención a las palabras y acciones que dirigen a los empleados, y a los empleadores que intervengan en situaciones de abuso pidiendo a los clientes que suspendan su comportamiento.

L'ordinanza invita però anche a non violare ingiustamente i diritti dei clienti, perché un’osservazione legittima può contribuire a migliorare l'attività. Ai clienti è chiesto di aumentare la propria comprensione, prestando attenzione alle loro parole e azioni nei confronti dei lavoratori. Ai datori di lavoro è invece chiesto di intervenire in situazioni di abuso, chiedendo ai clienti di interrompere il loro comportamento.